En un mensaje dirigido al episcopado de Venezuela, el Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Savino, relata que el viernes pasado fue «violentamente agredido verbal y físicamente» cerca de la catedral caraqueña por un grupo organizado simpatizante del gobierno. «Gracias a Dios, por esta vez salí incólume».
El cardenal cuenta que a primeras horas de la tarde, «cuando salía del Palacio, en mi carro con mi chofer, fui violentamente agredido verbal y físicamente, aunque no recibí golpes, pues éstos y las patadas se los propinaron al carro».
Sobre los protagonistas de este acto violento, el Cardenal señaló que «fueron unas quince personas del grupo violento llamado ‘La Esquina Caliente'», conocido por su radical respaldo al gobierno que preside Hugo Chávez.
Según el Cardenal, «no hubo protección por parte de la Policía de Caracas, apostada a las puertas del Concejo Municipal, al lado del Palacio». Urosa dice haber «dejado dos mensajes sobre el asunto al ministro Pedro Carreño, quien no me ha devuelto la llamada».
La iglesia venezolana ha tenido una influencia importante en el ‘no’ a Chávez de su referendum fracasado para reformar la Constitución, y en los tres millones de votos perdidos en tan sólo unos meses por el presidente Chávez. En los últimos días varios destacados miembros de la Conferencia Episcopal han realizado declaraciones mostrando su alegría por el resultado, pidiendo reconciliación y advirtiendo de posibles próximos intentos de instaurar el proyecto socialista que tiene en mente Hugo Chávez.