Hanna y otras mujeres enviadas a dar testimonio
En Antioquia mi hermana me recibió con los brazos abiertos, me acogió en su casa y allí pude sentirme segura. Su esposo era un buen hombre y cumplidor israelita pero no era un fanático como algunos de Jerusalén y no puso impedimento a mi incorporación a la familia, todo y sabiendo lo que me había sucedido.
Sus noticias de Jeshua eran escasas y las tenían por rumores, por eso se interesaron tanto cuando yo les pude explicar de primera mano todo lo que me había sucedido y lo que había visto. Aquellos israelitas que formaban parte de la sinagoga de Antioquia muchos no había nacido en Judea, sino en tierra de gentiles, sus padres o los padres de sus padres se habían establecido en la zona por diversas razones, apenas conocían la lengua popular de Jerusalén, el arameo, normalmente hablaban y también escribían el griego, eran personas cultas.
Conocían el hebreo de las escrituras pero su lengua de uso habitual era el griego. Yo tuve que aprenderlo porque además de los israelitas teníamos relación con otras familias gentiles. El ambiente era mucho más abierto que en Jerusalén, las mujeres griegas y romanas tenían unas costumbres mas libres.
Yo no había llegado sola proveniente de Jerusalén, otros hermanos y hermanas había venido conmigo y cada sábado nos dirigíamos a la sinagoga judía y allí hablábamos de Jeshua, el Mesías, y muchos se convirtieron y recibieron el bautismo. Nos reuníamos para recordar al Mesías Jeshua y celebrábamos la partición del pan como él nos enseñó. Aquí aprendí a llamar al maestro Jesús, el Cristo
Nuestro mensaje era simple, transmitíamos aquello que unos habíamos visto y otros habían oído a Pedro y a Esteban: como el Mesías fue un hombre que vivió entre nosotros, haciendo grandes prodigios, enviado por Dios conforme decían las escrituras, pero fue entregado a la muerte por los judíos de Jerusalén y los romanos lo crucificaron, pero Dios lo resucitó rompiendo las ataduras de la muerte pues era imposible que esta le retuviera en su poder y de ello somos testigos todos nosotros. A este Jesús a quien ellos crucificaron Dios lo ha constituido Señor y Mesías, nadie más que Él puede salvarnos, pues solo a través de Él nos concede Dios la salvación sobre la tierra.
Entre los que vinieron conmigo a Antioquia estaban Junia y su marido Andrónico, ambos habían recibido del Cristo resucitado el encargo de ir por todo el mundo a predicar la salvación.
Formaban parte del grupo de los judios-helistas que habían formado una sinagoga aparte de la de Pedro y Jaime en Jerusalén dirigidos por Esteban y Felipe. Yo me uní a ellos después de la muerte de Esteban cuando decidieron huir hacia el norte.
Fueron Junia y Andrónico, pero en especial Junia los que dirigieron todo el movimiento de seguidores de Jesús de Nazaret en Antioquia y años después llegó Pablo . De todas partes nos llegaban noticias de cómo el movimiento se extendía por las ciudades de Siria, La Capadocia y lugares próximos. Una carta que conservo es la de Lidia desde Filipos que os la envío para que conozcáis la fe de esa gran mujer.
Carta de Lidia.
Hermanos y hermanas en Cristo,
Desde Filipos, saludos a Junia y Andronico hermanos en la fe. Hace pocas semanas pasó por aquí Epafrodito enviado por Pablo lo cual nos ha llenado de alegría, supimos que había estado muy enfermo y nuestro corazón estaba con él . Nosotras fuimos las primeras en recibir el mensaje de salvación que nos traía Pablo, y aun recuerdo con emoción aquellas palabras suyas que nos revelaron al Cristo Jesús, Señor nuestro. Todos los que entonces nos bautizamos perseveramos en el amor y la comunión. Epafrodito nos trajo una carta de Pablo, que está preso en Roma pero que goza de buena salud y continúa anunciando al Señor. Está siendo sometido a muchas presiones pero él se gloría de todos sus sufrimientos por el Señor. Nos recomienda que nos mantengamos unidos en un mismo espíritu y luchemos por la fe del evangelio y que padezcamos por Cristo. Que todo lo hagamos colmando su alegría, siendo todos del mismo sentir, con un mismo amor, un mismo espíritu, unos mismos sentimientos. Que no hagamos nada por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los demás como superiores a sí mismo, buscando cada cual no su propio interés sino el de los demás.
Nuestra comunidad ha seguido creciendo, y después de las dificultades que tuvimos en los primeros tiempos la Ruha vino sobre mis conciudadanos y diversos grupos se han ido añadiendo al de las mujeres de mi casa. Somos muchos y muchas los que nos ocupamos en los trabajos del Señor, enseñando la Palabra y teniendo cuidado de los pobres. Ya sabéis que Filipos es una colonia romana por lo que la mayoría de los hermanos y hermanas son de origen pagano y necesitan instrucción en las escrituras y en la Palabra del Señor Jesús. Evòdia y Síntica trabajan duramente por la propagación del evangelio, no sin dificultades porque muchos viven como enemigos de la cruz de Cristo cuyo final es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y cuya gloria está en su vergüenza, que no piensan más que en las cosas de la tierra, como dice Pablo en su carta, pero nosotros estamos siempre alegres en el Señor, y no nos inquietamos por cosa alguna presentando a Dios nuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias.
Que la paz de Cristo os acompañe siempre, os envió el amor de todos los hermanos y hermanas que saben de vuestras luchas para propagar el evangelio por las tierras de Antioquia. Vuestra hermana Lidia
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También he encontrado un fragmento de una carta de Prisca desde Corinto. Prisca y su esposo Aquila eran tejedores de tiendas, como Pablo, fueron expulsados de Roma por el emperador Claudio y conocieron a Pablo en Corinto y de allí le acompañaron a Efeso donde formaron una comunidad cristiana, Prisca adquirió gran renombre como apóstol, instruyó a Apolo que con el poder de su palabra hizo llegar la fe a muchos y muchas. Después Prisca y Aquila volvieron a Corinto desde donde escribió la carta que os adjunto.
Fragmento de una carta de Prisca
Esta comunidad de Corinto está formada por personas de orígenes muy diferentes, muchos y muchas somos israelitas que bebimos en las fuentes de la Sabiduría-Sofia, recordando a las mujeres de aquel tiempo a la vuelta del exilio, en donde YHVH se nos presentaba con imágenes tanto masculinas como femeninas y donde las mujeres éramos las transmisoras de los mensajes religiosos. . “Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no desprecies la lección de tu madre” . Tratábamos de integrar tantos elementos masculinos como femeninos en la imagen de Dios. Él está presente en la personificación femenina de la Divina Sabiduría, persona, esposa, madre, amada, maestra. La Divina Sabiduría fue adorada y comparte el trono de Dios y anuncia el mensaje de la salvación hablando, del cuidado amoroso de Dios/a por su pueblo y por toda la creación, sus acciones se identifican con las de YHVH. 0
Parece como si quisieran que olvidáramos estas creencias pero ellas están en la base del significado de Jesús como el mensajero y profeta de Sofía enviada a proclamar que la Diosa-Sofía de Jesús es el Dios de los pobres, los marginados y los que sufren injusticia.
“Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y vuestras almas encontrarán descanso. Pues mi yugo es suave y mi carga ligera”.
Eso dice el Señor Jesús y estas palabras y este mensaje es el que ha acercado a tantos y tantas a las aguas del bautismo. La voz que se oyó en el cielo en el bautismo de Jesús, es la voz de la Sofía divina que ha encontrado su elegido. Como símbolo de Sofía, como mensajero de su amor y como señal de su presencia, la paloma de la Diosa-Sophia-Pneuma vino sobre Jesús.
Los gentiles que viven en un mundo regido por poderes despiadados y por el ciego destino, las palabras de misericordia de Jesús el Cristo expresan los anhelos de todos los que esperan la liberación de los crueles poderes de este mundo y desean participar en el mundo divino celestial. Jesús es quien gobierna los principados y potestades que esclavizan al mundo. Somos liberados de todas las ataduras de la muerte y de los poderes cósmicos por Cristo-Sofía en quien por el bautismo hemos sido integrados a una nueva creación, en que las diferencias y las divisiones de estatus han sido abolidas.
Algunas de las mujeres corintias somos profetas y las integrantes de una larga serie de emisarios de Sofía pero tenemos muchas dificultades para hacernos entender
Nuestra fe está en Jesucristo el Señor El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para gloria de Dios Padre.
EPILOGO
Ahora ya soy una anciana que ha vivido mucho, amado mucho y tenido la inmensa suerte de conocer a aquel que es nuestro Salvador y Mesías. Recuerdo con claridad los años vividos en Judea cerca de él y a todas y todos los que fuimos sus discípulos, por eso he querido dejarlo por escrito para que no se pierdan mis experiencias que son la base de la vida y del conocimiento.
A partir de mi llegada a Antioquia me empleé a fondo en la propagación del mensaje del camino de Jesús. Primero desde casa de mi hermana reuniendo a los hermanos y hermanas que querían que les hablara de Jesús, entre todos los que le habíamos conocido recogimos frases, hechos y recuerdos de su vida por Galilea y fuimos poniéndolo por escrito para que llegara a todos los hermanos y hermanas que no le habían conocido. Otros muchos también lo hicieron y pronto hubo una colección de palabras del Señor circulando entre las diferentes comunidades.
En una ocasión vinieron unos profetas de Jerusalén anunciando una gran hambruna que se extendería por todos los territorios dominados por los romanos, como así fue. Entonces del corazón y los bolsillos de los cristianos de Antioquia empezaron a llegar aportaciones para los hermanos de Jerusalén y Pablo y Bernabé subieron a llevarles lo que habían recogido, que fue mucho porque nosotros habíamos entendido que todo lo que teníamos lo teníamos que compartir según nuestras posibilidades.
También me dediqué a la diaconía, una misión que me encomendaron Pablo y Bernabé cuando pasaron por primera vez por Antioquia, visitando a los más pobres y a los enfermos, dirigiendo las oraciones, ayudando en el bautismo de las mujeres.
Nunca me volví a casar, ni tuve hijos, pero el trabajo del servicio a mis hermanas y hermanos ha llenado mi vida y ahora que está próxima la hora en que me encuentre con el Señor Jesús solo se decir ¡Maranata! “Ven Señor Jesús”
Hanna, servidora del Señor Jesús
www.mesianicos.net/LA%20MUJER%20JUDIA.htm
www.tora.org.ar/tema.asp?idtema=45
MUJERES CON ESPIRITU EN EL TERCER MILENIO. LA HERENCIA DE LAS MATRIARCAS Por: Dolores Aleixandre RSCJ
www.mesianicos.net/las_siete_profetisas_de_la_tanaj.htm
LAS MUJERES EN LA HORA UNDÉCIMA. Dolores Aleixandre
/www.tora.org.ar/tema.asp?idtema=45
LA MUJER JUDIA http://www.mesianicos.net/LA%20MUJER%20JUDIA.htm
Me inclino a identificar como dos discípulas diferentes a Maria de Betania (Jn 12:1-8;Jn 11:20-30Lc 10:38-42) y Maria de Magdala tal como aparecen en los evangelios (Lc 8:2; Mc 15:45-47;Mt 27:55-56; Jn 19:25; Mt 28:1-5, Jn 20:1-2, Mc 16:1-5, Lc 24:1-10;Jn 20:11-18)
He escogido llamarle con el nombre hebreo ya que “Jesús” fue utilizado posteriormente al latinizarse
Jn 8,1-11
Mt 18,1-6
Mc 10,13
www.womenpriests.org/sp/spanish/tabuyo.asp
Lc 14,26; 18,28-30
Jn 12, 27-28
Mc 16,6-7
Jn 20,13-16
E. Schüssler Fiorenza. En memoria de Ella pag 164
Ga 3,28; Gen 1,27
El blog de Xavier Pikaza 6-03-07
Relectura de Lucas. Las Apóstoles y sus Hechos. Mercedes Navarro Puerto pag 204-210
Jn 8,5
Hch 2, 22-24; 3,12
DISTINTAS Y DISTINGUIDAS. Mercedes Navarro-Carmen Bernabé. Cap 4
Fl 2,2-4
Fl 3,17b-18
Fl 4,6
Cristología feminista crítica. Elisabeth Schüssler Fiorenza pag 187
Pro 1,8
Ibd., pag 191
Sb 7,25-26; 8,5-6; 9,3; 9,18-10,21
Mt 11,28-30
Silvia Schroer”The Spirit, Wisdom and Dove – Cristología Feminista Crítica. Elisabeth Schüssler Fiorenza pag 204
Ga 3,28
Cristología Feminista Crítica. Elisabeth Schüssler Fiorenza pag 210-211
Fl 2,6-11
BIBLIOGRAFÍA
Además de los textos citados anteriormente los libros siguientes me han servido de guía y/o inspiración para escribir este trabajo.
ALEIXANDRE, Mª DOLORES. Círculos en el agua. Sal Terrae 1993
ALEIXANDRE, Mª DOLORES. Las mujeres en la hora undécima Sal Terrae 1991
BIBLIA DE JERUSALÉN. DDB 1993
BROWN, RAYMOND E. Las iglesias que los apóstoles nos dejaron. DDB 1998
GOMEZ ACEBO, ISABEL Dios también es madre. San Pablo 1994
GOMEZ ACEBO, ISABEL. Relectura de Lucas. DDB 1998
MUÑOZ MAYOR, Mª JESUS. La mujer en la Biblia. Publicaciones Claretianas 1998
NAVARRO, M.-BERNABÉ C. Distintas y distinguidas. Publicaciones Claretianas 1995
NAVARRO, MERCEDES. Barro y aliento. Ediciones Paulinas 1993
RIUS I CAMPS, JOSEP. L’abdicació de Pere. Ed. Claret 1993
SANCHEZ BOSCH, JORDI. Nascut a temps. Una vida de Pau aposstol. Ed. Claret 1992
SCHÜSSLER FIORENZA, ELISABETH. Cristología Feminista Crítica Ed. Trotta 2000
SCHÜSSLER FIORENZA, ELISABETH. Los caminos de la sabiduría Sal Térrea 2004