Enviado a la página web de Redes Cristianas
El 91% del empleo destruido desde 2008 corresponde a puestos de trabajos que ocupaban menores de 35 años. La tasa de desempleo de la juventud menor de 19 años alcanza el 74%, la temporalidad en las y los jóvenes menores de 25 años está en el 61% y la solución del Gobierno pasa por normalizar la figura de la juventud becarias hasta los 30 años sin limitaciones. Esta situación ha echado a 220.000 personas a buscar salidas en el extranjero.
?Si acabas una carrera aquí tienes tres salidas: por tierra, mar y aire??. Este mensaje se podía leer en un cartón en las primeras manifestaciones del 15M. Este no es país para jóvenes, su crisis y sus políticas nos están echando.
Actualmente, 374.600 jóvenes (de hasta 29 años) con formación superior se encuentra en paro. ¿También nos dirán que estudiamos por encima de nuestras posibilidades?
Además, la población joven se está viendo afectada por el desempleo de larga duración. La incapacidad de este grupo para lograr la independencia económica debido a la inestabilidad de los contratos y a los bajos salarios ha profundizado la desigualdad y la pobreza. El 38% de los 11,6 millones de personas en situación de pobreza o en riesgo de caer en ella tiene entre 18 y 35 años.
Con la mayor tasa de paro juvenil de toda Europa, el Gobierno impulsa una mayor precariedad en la contratación, en un sector muy afectado por las contrataciones temporales y el abuso y fraude de las becas formativas.
Con este panorama, el 28 de febrero, los 27 ministerios europeos de Trabajo establecieron el ?acuerdo político?? de fijar para el próximo año la garantía de que cualquier menor de 25 años reciba una oferta de empleo ?de buena calidad??, un aprendizaje o prácticas que le permitan incorporarse al mercado laboral a los cuatro meses de haber abandonado el sistema educativo o haber dejado su anterior puesto.
Eso sí, se trata de una recomendación y no un acuerdo vinculante. Vamos, más de los mismos, buenas intenciones que luego se lleva el viento del capital.
La Encuesta de Población Activa (EPA) confirma un 55% de paro juvenil. En el otro lado de la balanza, un 45% de jóvenes que en su mayoría acumulan contratos basura, en un mercado laboral cada día más cerrado y con una legislación que favorece la temporalidad y el despido libre. Al tiempo, las jóvenes asistimos a la completa desmantelación de los servicios públicos. Las condiciones -no sólo laborales- de las y los jóvenes son cada día más precarias y la única salida para muchas de estas personas está en hacer las maletas y salir del país.
El ?nuevo?? Plan de Empleo del Gobierno va en la línea de volver a la máxima de que cualquier empleo, en cualquier condición, es mejor que un no empleo. Así lo manifestaba el Presidente de la Comisión de Economía y Política Finan-ciera de la CEOE hace un año ?un parado debe aceptar cualquier trabajo, aunque sea en Laponia??.
Los contratos de formación y aprendizaje tienen un salario menor que el fijado por convenio porque su jornada tiene una parte que se dedica a la formación y otra al trabajo efectivo en la empresa, y esta forma-ción puede impartirse allí, por lo que es difícilmente controlable que sean horas de formación y no de trabajo.
Fuera de nuestras fronteras no se encu-entra el paraíso laboral. La precariedad es un mal endémico en toda Europa, y se sufre igual en inglés, alemán o francés que en español. Muchas de las jóvenes que emigran pasarán un largo periodo encadenando trabajos temporales, poco relacionados con su cualificación, caren-tes de derechos y con salarios ínfimos.
Su austeridad, sus políticas y su crisis nos obligan a irnos cada día de una forma más evidente. Son las mismas políticas que asesinan a quien no puede pagar la hipoteca mientras enriquecen a quienes nos han llevado a esta situación, las mismas que ponen la Democracia al servicio de los mercados.
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EN POCAS PALABRAS Nº 32 15-M SERRANÍA DE RONDA http://www.facebook.com/15MRonda Marzo 2013