Mientras el Papa Benedicto XVI descansaba en la confortable residencia del Opus Dei en Sydney, previo a su discurso a los jóvenes, llega la noticia de que la Conferencia Episcopal de Filipinas autoriza ?como último recurso- el uso de Preservativos en un país azotado por el Sida.
La Iglesia Católica de la conservadora Filipinas autorizó el uso de preservativos en aquellos matrimonios en los que uno de los cónyuges sea portador del VIH o padezca el sida para proteger del contagio a la pareja.
Sin embargo, el sexo con condón debe ser siempre «el último recurso» y es preferible la abstinencia, anunció hoy el padre Edwin Carros, portavoz de la Conferencia de Obispos Católicos (CBCP). La Iglesia, recordó Carros, continúa censurando los preservativos y solo permite su uso en estos casos para salvar una vida, la de la pareja del infectado, que tiene derecho a mostrar el amor que le profesa a su cónyuge sin perjudicarle.
Esta semana, la CBPC participa por primera vez en su historia en un programa de formación para educadores sobre el VIH y el sida, que tiene previsto elaborar un manual educativo que será repartido a los alumnos de los colegios católicos.
La firme oposición al uso del condón por parte de la jerarquía eclesiástica del único país católico de Asia lleva a que Filipinas tenga uno de los índices de natalidad más altos de la región, de casi 3,5 niños por mujer y que no es capaz de asumir la precaria economía.
Unos 13.000 filipinos son portadores del VIH o padecen el sida, según datos del Departamento de Sanidad. Miles de voces católicas en este país han pedido que se flexibilice esta postura que no ayuda a combatir eficientemente la pandemia que cobra sus víctimas, preferentemente, entre las mujeres y jóvenes más pobres.
Revista ?Reflexión y Liberación?? / CHILE.