EL VICEPRESIDENTE
Si el cardenal Rouco hace valer finalmente su autoridad sobre una asamblea que mayoritariamente secunda sus planteamientos, una posibilidad que no puede descartarse, lo más probable es que los obispos opten por situar en la vicepresidencia a uno de los representantes de la sensibilidad derrotada, el ala moderada.
El cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, se convertiría en el candidato mejor colocado para figurar como número dos, según fuentes próximas al episcopado. Rouco está próximo a los 72 años, o sea que esta es su última oportunidad antes de jubilarse para volver a liderar la conferencia que dirigió con mano de hierro de 1999 al 2005.
LOS VOTOS
Al cardenal de Madrid le faltó un voto en el 2005 para revalidar por tercera vez su mandato y emular al cardenal Tarancón, el único de los ocho presidentes que ha tenido el episcopado que ha logrado gobernar la asamblea durante nueve años sucesivos. Necesitaba 52, dos tercios de los votantes, y cosechó 51. Cuentan que la digestión de la derrota no fue liviana.
Ahora solo precisaría de 40 en los dos primeros intentos o ser el más votado en la tercer escrutinio. Blázquez necesita 40 sufragios para vencer en una de las dos primeras votaciones. Si no los obtiene, queda eliminado. Sería entonces el único presidente desde 1969 al que los obispos le niegan la renovación.