“Rispá, hija de Ayá, agarró un saco, lo extendió sobre la peña y desde el comienzo de la siega hasta que llegaron las lluvias estuvo allí día y noche espantando a las aves y a las fieras” (2 Sam 21,10)[1].
En memoria de ella es el título de un libro de Elisabeth Schüssler Fiorenza, una eminente teóloga feminista, que lo toma de una cita impresionante del Evangelio de Marcos: “Ella ha hecho lo que ha podido; se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. Y en verdad os digo: dondequiera que el Evangelio se predique en el mundo entero, también se hablará de lo que ésta ha hecho, para memoria suya” (Marcos 14, 9). ··· Ver noticia ···