Benedicto XVI expresa al presidente Bush su preocupación por el conflicto
El papa Benedicto XVI expresó ayer al presidente de EEUU, George W. Bush, en su primer encuentro cara a cara, que está a favor de una solución «regional y negociada» para Irak, un conflicto que la Santa Sede calificó como «preocupante», y que incluso estaría afectando a la minoría religiosa cristiana, antaño protegida durante la dictadura de Saddam Hussein. Además de por la guerra patrocinada por el Trío de las Azores, el Papa expresó su preocupación sobre el conflicto entre Israel y Palestina, así como el existente en Darfur.
En la línea de su predecesor, Juan Pablo II, que criticó la invasión de Irak, Benedicto XVI no dejó este asunto de lado en su primer encuentro con Bush. Según un comunicado de la Santa Sede, el Papa abogó por la negociación regional como solución para este conflicto, así como para el que enfrenta a israelíes y palestinos y el que afecta al Líbano.
En su reunión con Bush, Benedicto XVI también llamó la atención de las «críticas condiciones» en las que se encuentra la comunidad cristiana en Irak. Según la Santa Sede, la dictadura de Sadam Husein había protegido a esa minoría religiosa, que rondaba el millón de personas, de sus vecinos musulmanes, pero una vez desaparecido el dictador, estos son objeto de amenazas y violencia. Una consecuencia negativa más de la intervención que encabezó el todavía presidente norteamericano hace ya más de cuatro años, motivo ahora de las preocupaciones de Benedicto XVI.