Líderes de la iglesia Anglicana inauguraron el miércoles una crucial conferencia tratando de reconciliar las Sagradas Escrituras con la homosexualidad, toda vez que el ala estadounidense se halla bajo intensa presión para reconsiderar su postura liberal sobre el tema.
Divisiones entre liberales y conservadores han estado aumentando durante años en el mundo anglicano, pero llegaron a una crisis en el 2003 cuando la Iglesia Episcopal – el ala estadounidense de la Comunión Anglicana – consagró a su primer obispo abiertamente homosexual, V. Gene Robinson de Nueva Hampshire.
Los problemas aumentaron el año pasado con la elección de Katharine Jefferts Schori, quien apoya el ordenamiento de gays y además es la primera mujer en dirigir a la iglesia estadounidense.
Los anglicanos conservadores han formado una red rival en Estados Unidos, bajo el liderazgo del arzobispo Peter Akinola de Nigeria, quien ha calificado la aceptación de relaciones homosexuales como un «ataque satánico» contra la Iglesia.
Canon Jim Rosenthal, vocero de la Comunión Anglicana, dijo el miércoles que la conferencia con toda seguridad estaría altamente politizada por la escisión. «El asunto fundamental aquí es qué hacer con aquellos que decidieron no permanecer en el organismo anglicano principal», expresó.
Akinola entregó una carta esta semana al líder espiritual de la comunión, el arzobispo de Canterbury Rowan Williams, la cual se cree exigirá algunas concesiones para evitar un cisma. Africa es hogar de la mitad de los de 77 millones de fieles anglicanos del mundo y la iglesia Anglicana allí es dominada por líderes conservadores.
Rosenthal confirmó la existencia de la carta pero dijo que era privada.