La jerarquía Católica criticó algunos de los contenidos de los libros de texto para niveles de primaria y secundaria en torno al tema de sexualidad, así como la forma de impartir la educación en la materia. En el documento «Educación, o provocación sexual», firmado por el obispo de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, Felipe Arizmendi, la jerarquía católica consideró que necesario dar más educación sexual a niños, adolescentes y jóvenes, sin embargo, se debe analizar cómo se imparte en las escuelas.
En el mensaje difundido por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el obispo señaló que se acusa a la jerarquía católica de estar contra la educación sexual, lo cual es falso «lo que criticamos son algunos contenidos y metodologías».
Por ello llamó a los padres de familia a que conozcan el contenido de los libros de texto y que dialoguen con sus hijos sobre el tema, «y no lo dejen todo a los profesores, quienes no siempre tienen los criterios más centrados».
El prelado criticó el hecho de que «la mayoría de los padres de familia no se toma la molestia de revisar lo que el Estado mexicano está enseñando a sus hijos, como si no fueran los primeros responsables de la educación».
Manifestó que el Estado y otras instancias son sólo coadyuvantes de los padres, no dueños del sistema educativo, y dijo que los jefes de familia deben verificar que la educación que reciben sus hijos corresponda con sus valores familiares.
Puso como ejemplo el libro de Ciencias Naturales para quinto grado de Primaria, que después de haber hecho una descripción de la genitalidad femenina, señala que en los seres humanos la reproducción no es la única función del aparato sexual.
«A diferencia del resto de los animales, las relaciones sexuales en los seres humanos son una manera de manifestar un sentimiento muy importante, el amor a la pareja, e implican una responsabilidad que se alcanza en la etapa adulta, cuando las personas son capaces de controlar o moderar sus actos y afrontar sus consecuencias», subrayó.