Los gobiernos europeos y africanos se reunirán en Marruecos los días 10 y 11 de julio para abordar sus políticas migratorias y de control de flujos migratorios. Su principal objetivo es concluir acuerdos de control de las fronteras, de devolución y expulsión con los países de origen y de tránsito.
Mientras la realidad se cobra vidas y se violan derechos fundamentales y leyes internacionales como la Convención de Ginebra. Todas estas realidades deberían debatirse en una cumbre que sólo se plantea como un intercambio de dinero a cambio de control migratorio por parte de países donde no hay ningún tipo de proceso democrático.
En ningún caso los intereses diplomáticos de los Estados pueden prevalecer sobre el respeto de los tratados internacionales de protección de Derechos humanos que los Estados han aceptado y que además constituyen derecho de obligado cumplimiento en el Derecho internacional.
En todo caso, la política exterior y de cooperación al desarrollo ha de basarse en las premisas del derecho internacional y no de la negociación de intereses políticos, económicos y de cierre de fronteras.
Esta cumbre tiene lugar cuando la situación de los ciudadanos y cudadanas del África subsahariana en situación de transito en países como Argelia, Marruecos, Libia , Mauritania o Senegal es realmente trágica y desesperada.
* Recordar que en la madrugada del 3 de julio, cuatro ciudadanos fallecieron al intentar acceder a Melilla, sin que a día de hoy se hayan esclarecido los hechos. Así como a los cientos de hombres y mujeres del África subsahariana que han fallecido en el mar.
* Recordar también la situación de total desprotección y persecución de los refugiados y refugiadas reconocidos por el ACNUR de Marruecos así como de aquellos a los que se les imposibilita acceder a esta protección, que no tienen acceso a ningún tipo de asistencia social, médica o jurídica ni posibilidad de ganarse la vida mediante el acceso a un permiso de trabajo y que son objeto de deportaciones a la frontera pese a su estatus de protección. Llegando a jugarse la vida huyendo de Marruecos.
* Recordar la especialmente grave situación de las mujeres e infancia, que no protagonizan su proceso migratorio y que por ello son objeto de abuso tanto por las autoridades, traficantes y tratantes.
* Además conviene no olvidar la persecución que siguen sufriendo los ciudadanos y ciudadanas de África subsahariana que se encuentran en situación de transito en estos países por parte de los Cuerpos y Fuerzas de seguridad de los países de origen, tránsito y destino.
La Federación de SOS Racismo exige que se suspendan todos los acuerdos migratorios con Marruecos, y otros Estados de transito, de devolución, de control de fronteras así como todas las ayudas de España y la Unión europea mientras no se aclaren y se depuren responsabilidades por las muertes que vienen produciéndose y hasta que no se garantice la seguridad de las personas, el pleno respeto de los derechos humanos y a los acuerdos internacionales de protección de las personas, así como la situación de los y las solicitantes de asilo y refugiados en Marruecos.