La Federación de Comités de Solidaridad con África Negra del Estado junto a ONGs de Europa, África, Estados Unidos y la Red Europa-África Central (EURAC) se han movilizado para realizar este año una serie de campañas con el fin de dar a conocer la necesidad de esclarecer todo sobre los contratos mineros existentes en la República Democrática del Congo (RDC), revisarlos con vistas a su renegociación, rescisión o anulación, crear un mecanismo independiente de seguimiento de la ejecución de esos convenios y garantizar una gestión transparente y equitativa de esos recursos.
Tras 30 años de dictadura y más de quince años de guerra y de transición, las necesidades del pueblo congoleño son inmensas. La RDC dispone de recursos mineros abundantes. Su explotación equitativa permitirá la reconstrucción y el desarrollo del país.
Durante los años de guerra y de transición, se han firmado numerosos contratos mineros sumamente desfavorables para el Congo. Estos contratos tratan esencialmente de los recursos mineros del país y le comprometen para los próximos decenios. Una ausencia total de transparencia ha rodeado la negociación y la aprobación de estos contratos. Su contenido sigue siendo desconocido para los congoleños.
El nuevo gobierno congoleño y sus socios internacionales deben poner en marcha todos los medios para garantizar que el pueblo congoleño obtenga de la explotación de sus recursos mineros los beneficios a los que tiene derecho. La primera acción que se ha realizado es una campaña de recogida de firmas que se han enviado a la presidencia del Banco Mundial, al gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) y a los países socios de ese país, con motivo de las reuniones de primavera que ese banco y el Fondo Monetario Internacional, han realizado el 14 y 15 de Abril en Washington para que la explotación de los recursos mineros de la República Democrática del Congo beneficien a su población y no sólo a las grandes firmas transnacionales del sector. El objetivo es lograr que el gobierno congoleño de Joseph Kabila y sus socios internacionales adopten una serie de medidas en tal sentido.
Ésta será la principal línea de actuación de los Comités de África Negra durante el año en curso. La solidaridad con el pueblo congoleño, para que sea efectiva, debe exigir que se dediquen todos los recursos disponibles del Estado, dedicando a los servicios sociales buena parte del presupuesto, para reactivar la actividad económica, atender a los requerimientos básicos de los ciudadanos, invirtiendo en salud, educación, vivienda, seguridad, trabajo, facilitando una vida digna para todos, dando ejemplo de justicia y reconciliación para así poder contemplar con confianza el futuro. Para ello, y como un primer paso, el gobierno debe mantenerse firme exigiendo con audacia lo que le pertenece a este sufrido y esperanzado pueblo congoleño.
Para garantizar una parte equitativa al pueblo congoleño,
el nuevo gobierno congoleño y sus socios internacionales deben:
* Esclarecer todo sobre los contratos mineros heredados del pasado.
* Revisar estos contratos con vistas a su renegociación, su rescisión o su anulación.
* Crear un mecanismo independiente de seguimiento de la ejecución de los contratos.
* Garantizar una gestión transparente y equitativa de los recursos mineros.