Quizá más que sexual es un problema eclesial.
— El sexo, unido al amor y al placer de la vida, es una bendición, signo de presencia de Dios y de fecundidad humana, y así debemos alegrarnos de que unos obispos hayan tenido un problema (o bendición) sexual.
— Pero, en algunos casos, unido al poder, en medio de la gran maraña de la vida, el sexo puede convertirse en obstáculo y problema, como en el asunto de estos tres obispos, «cogidos» (en sentido argentino) por vigilantes y cámaras ocultas, sin piedad alguna (eso sí que es pecado)
Estos casos han tenido orígenes y, quizá, desenlaces distintos.
— Los dos primeros (Podestá y Maccarone) marcan una trayectoria ?ejemplar?? de tipo eclesial y vital, de manera que podrían narrarse como las famosas novelas ejemplares de Cervantes, y así como ejemplo para caminantes quiero presentarlos, pues los he conocido de primera mano, sin yo pretenderlo.
— El tercer (Mons. Bargalló) sigue marcando la prensa de estos días, como puede verse en RD y en otros grandes medios (desde La Nación de Buenos Aires, hasta El País de Madrid), donde se le presenta como el obispo cariñoso, en un rico hotel-piscina de México. El cariño no es malo, la piscina rica es buena (siempre que puedan disfrutarla todos). En principio, este caso me produce ternura, pero no lo entiendo bien (no tengo referencias personales), y además la pelota se encuentra todavía en el tejado, sin que sepamos hacia que aguas caerá el obispo (o le llevará el Vaticano).
[Maccarone]
Los tres casos tienen algo en común: Los tres obispos han sido ?cogidos?? en ?fuera de juego?? sexual-eclesial. Pero los tres (cada uno a su manera) han trazado o pueden trazar caminos de reflexión (y de transformación) dentro de la iglesia. Esperamos que sea para bien, pues no hay mal que por bien no venga (como dice Pablo del ?pecado??).
Son, en un sentido, casos marginales… propios de una minoría de obispos y clérigos. Pero, en otro sentido, son casos universales, pues existe una minoría grande de clérigos y obispos que viven el celibato a su manera, con encuentros afectivos puntuales (de tipo homo- o hétero-sexual) o con relaciones estables de pareja, aceptadas (e incluso bendecidas) por sus obispos, siempre que no haya escándalo (cámaras secretas, conflictos de poder…), como en el caso de los tres obispos argentinos.
No quiero ofrecer una versión sensacionalista de los temas, con fotos incluidas, sino una reflexión eclesial bondadosa.
En este caso, los obispos son argentinos, pero podrían ser malgaches o germanos, italianos o hispanos. Las fotos son de Podestá (obispo «especial», tras la renuncia) y de Maccarone (obispo rehabilitado tras su «falta» homosexual). De Bargalló (el obispo cariñoso) no hacen falta fotos nuevas, andan hoy en todos los medios.
Buen día a todos.
MONSE?OR PODESTÁ
Ha sido a mi juicio el caso más significativo. El año 1967 el Vaticano pidió la renuncia del obispo de Avellaneda, Jerónimo Podestá, por haberse alojado con su secretaria en un hotel de Brasil. Parece que fue un acto de espionaje de la dictadura del general Juan Carlos Onganía, a quien molestaba la actitud abierta de Podestá. Pero fue también un problema eclesial: Su propio vicario general Mons. Moni fue el que ?robó?? la factura del hotel, que el ?inocente?? Podestá había dejado entre sus papeles y se la entregó al Arzobispo de La Plata, Antonio Plaza, con lo que empezó el problema.
El Nuncio pidió la renuncia de Podestá, pero Podestá no la presentó, diciendo que su relación afectiva era de gracia, no de pecado. En esta situación estalló el escándalo, entre partidarios de Podestá (obispo de los obreros) y el nuncio Mozzoni, con manifestaciones en la calle. El Papa Pablo VI ofreció a Podestá un cargo de ?obispo sin sede??, y así siguió durante un tiempo. Su compañera, Clelia, tomó parte activa en todo el proceso, que dividió a la iglesia argentina e incluso al Vaticano. El Cardenal Benelli pidió a Clelia Luro, que mantuvieran una relación discreta, pero ella y Podestá apelaron a la necesidad de ofrecer un ejemplo, a favor de una nueva disciplina clerical, sin celibato obligatorio.
Podestá actuaba abiertamente en contra de la dictadura militar y fue amenazado por la Triple A. A pesar de ser obispo empezó a vivir abiertamente con su compañera Clelia, como marido y mujer. En esas circunstancias, el año 1972 fue despojado de su dignidad episcopal, siendo desde entonces un partidario claro de la abolición del celibato. Vivió años en el exilio, pero pudo retornar a Agentina donde murió el año 2000. Ha sido uno de los obispos y clérigos más representativos del movimiento por la abolición del celibato y del surgimiento de un tipo nuevo de clero. Su esposa escribió un libro sobre su vida Clelia Luro de Podestá). Mi nombre el Clelia. Los Héroes, 1996
Conocí por dentro el caso porque el año 1967-1968, viviendo y estudiando en la Casa Argentina de Roma, convivió con nosotros el secretario particular de Podestá (S. P., no quiero escribir su nombre entero, pues creo que vive), a quien habían alejado de Avellaneda, dándole una beca para estudiar cine en la Pro-Deo de Roma. Nos hicimos grandes amigos, vimos muchas películas juntas?? y aunque era reservado, pude conocer por dentro el problema.
Desde entonces tengo la sensación de que el tema podía haberse resuelto de otra forma, en la línea de Benelli, con discreción?? pero con apertura. Fueron los años en que Pablo VI publicó su documento ?Sacerdotalis Coelibatus?? (1967). Sufrió mucho con Podestá, pero se mantuvo firme, mantuvo el celibato obligatorio. Aquel había sido el momento propicio. Un cambio en la ley del Celibato se habría aceptado sin dificultad; las cosas en la Iglesia hubieran cambiado, como S. P. y yo pensábamos, al imaginar un guión de película sobre el joven David que vence a Goliat, el gigante.
MONSE?OR MACCARONE
Es un caso totalmente distinto, y también lo he conocido no sólo por la prensa sino a través de contacto personal, a través de amigos comunes (cuyo nombre tampoco quiero citar).
Mons. Maccarone (1940) ha sido un brillante profesor de filosofía yVicedecano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina, perito de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y presidente de la «Comisión de Fe y Cultura» de la Conferencia Episcopal Argentina en 1994. Tuvo importantes funciones administrativas, que resolvió siempre con tacto. El año 1993, fue nombrado Obispo auxiliar de Lomas de Zamora, y el 1996 y el 1999, obispo de la diócesis de Santiago del Estero, donde sobresalió por su cercanía al mundo del trabajo, y por su interés por todos los problemas humanos, de sacerdotes y diocesanas.
El año 2005 se publicó un vídeo en el que aparecía en intimidad con un joven de 23 años, en un hotel. Todo permite sospechar que el video fue tomado por agentes policiales, al servicio del poder establecido, molesto por la actitud social de Maccarone; se dice que fue un «acto de venganza política», por la forma en que Maccarone se habría implicado en la lucha contra la pobreza y la corrupción en la Provincia de Santiago. Lo cierto es que, inmediatamente, al conocerse los vídeos, Maccarone dimitió de su puesto de obispo el 19 de agosto de 2005, sin dar razones y la dimisión fue aceptada inmediatamente por el papa Benedicto XVI.
Nadie puede entrar en la intimidad de Maccarone, que aceptó los hechos y presentó la denuncia. Posiblemente, su relación con el joven de 23 fue problemática, pues ese joven presentó después, sin razón alguna, una denuncia millonaria contra el obispo por ?maltrato sexual??. El caso es que Maccarone renunció, con cuatro consecuencias importantes para la vida de la Iglesia:
1. La renuncia de Maccarone significó una gran pérdida para la diócesis de Santiago, donde su sucesor, ha iniciado una política eclesial totalmente distinta, para mal de sus sacerdotes y de la misma diócesis. Uno puede preguntar que es más importante: la ?debilidad?? afectiva de un obispo íntegro, o la incapacidad mala gestión de un obispo afectivamente duro pero inflexible.
2. A Maccarone le mandaron a una ?clínica de rehabilitación de homosexuales??, de esas de las que se ha venido hablando en este blog, y él lo aceptó. Personalmente me siento muy dividido en este campo. Pienso que esas clínicas son, por lo menos, muy problemáticas. Tengo la impresión de que los agentes del Vaticano (en contra de lo que había sucedido con Podestá), ?salvaron?? (y estropearon) una diócesis, pero destruyendo a un hombre.
3. En el fondo está el problema de la ?presencia del poder político??, tanto en este caso como en el de Podestá. Los políticos de turno quieren manejar a la Iglesia vigilando la vida privada de sus ministros. En el caso de Podestá se trató quizá más de una venganza eclesial. En el de Maccarono parece que estamos ante una venganza política (por otra parte ?ilegal??, pues no se pueden poner videos ocultos en una habitación de hotel, ni se puede entrar en la conducta sexual de personal adultas).
4. Maccarone sigue de ?obispo?? dimisionario, ?curado?? de su homosexualidad, pero confinado (dicen) en un hospital del Buenos Aires?? Es un signo de un fracaso eclesial, el suyo, el de la Iglesia que lo condenó de esa manera y le hizo arrepentirse y ?tomar sesiones de curación??.
3. MOSE?OR F. BARGALL??? Y CONCLUSIONES
El último caso es el de Mons. Fernando Bargalló, Obispo de Merlo -Moreno, que está metido en un caso de escándalo por la difusión de unas fotos en las que aparece en ?relación afectuosa?? con una amiga de la infancia (eso dice) en una rica playa de un hotel rico de México.
El caso está en toda la prensa, y ahora mismo (21 VI 12) ocupa la portada de RD, en espera de ?solución del Vaticano??. Yo no tengo soluciones, pero puedo ofrecer unas reflexiones conclusivas a esta pequeña saga de obispos ?conflictivos?? de Argentina. Son de Argentina, pero podrían ser de Austria o Australia, pues los casos son semejantes en toda la iglesia.
1. El tema del celibato del clero (caso Podestá) no está resuelto. Se trata de un problema ?menor??, aunque algunos en el Vaticano lo toman como santo y seña de Ortodoxia. Los problemas de la Iglesia son otros: El anuncio del Evangelio, la fraternidad con los pobres, la celebración del misterio de Cristo?? Insistir en el celibato es signo de algún tipo de ?poca normalidad?? mental y cristiana.
2. El tema de la homosexualidad (caso Maccarone) tampoco está resuelto?? Es evidente que hay una ?franja?? de homosexuales en la sociedad y en la Iglesia. Posiblemente la relación homosexual de Maccarone no fue la mejor, pero mucho peor fue el hecho de que publicaran un vídeo privado?? y le chantajearan. Mucho peor ha sido que le obligaran mentalmente a practicar unas ?curas de homosexualidad??, en vez de animarle a vivir el amor en plenitud. El pecado no es la homosexualidad sino la homofobia, la sospecha, la vigilancia, el chantaje. Se perdió un buen obispo, por cuestiones menores. Perdió el Evangelio, sin que la Iglesia ganara nada con el relevo de Maccarone y con su dudosísima curación.
3. El tema de unas relaciones afectivas de obispo con mujer (caso Bargalló) son normales?? Ciertamente, quizá, él y ella han sido poco prudentes?? Pero lo que me llama la atención es la playa-rica, hotel-rico?? Hemos pasado del ámbito ?normal?? de Podestá-Maccarone a un ámbito de lujo. Ciertamente, Bargalló tiene derecho a descansar en un hotel de lujo (como llevan coches de lujo los nuncios, al menos en España)??, pero el gesto resulta, al menos, sospechoso. Evidentemente, por esas fotos en sí no se le puede condenar.
4. El problema no son estos casos de posible escándalo, el problema es la «falta de amor» en el mundo (y en nuestro caso en la Iglesia). Ni Jesús ni el Nuevo Testamento imponen en ningún lugar el celibato… y sin embargo la Iglesia Romano lo «persigue» con rigor jurídico. Todo el mensaje de Jesús y el NT trata del amor (es una invitación al amor)… y da la impresión de que eso ocupa un lugar secundario en la Iglesia. No me atrevo a hablar de esquizofrenia… pero es indudable que nos hallamos antes un tema de obsesión no evangélica.
PD UN CONSEJO DE ABUELA
Estos tres casos reflejan una especie de ?mentalidad turbia?? de los que vigilan a los ministros de la Iglesia y de cierta Iglesia, como si tuviéramos que andar hurgando y viendo lo que hacen en la intimidad las personas. Pues bien, iban dos muchachitos de ahora de vacaciones juntos, sin estar casados?? y la madre de la chica dijo: ?¡Qué escándalo!??. La abuela, que tenía más camino hecho, le dijo:
?¡Hija mía! No entres en eso. Una persona honrada y sana como tú no anda pensando en lo que hacen dos chicos cuando están juntos, eso es cosa de ellos. Tú no estás para andar vigilando.
Y después de todo esto queda el tema de la ?pederastia??. ?se si que es serio, pues destruye a las personas. Estos tres casos no han destruido a nada. Son casos de adultos con adultos?? a pesar de los dineros que hayan querido sacar los abogados del muchacho de Santiago del Estero.