ANARQUISTAS Y OBISPOS HONRAN A JULIÁN G?MEZ DEL CASTILLO. Rodrigo del Pozo Fernández

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Religión Digital

Ocurre con muy pocas personas que se unan en su reconocimiento personalidades de ámbitos tan distintos como el escritor anarquista Heleno Saña, el economista Juan Velarde y diversos Obispos. En el caso de Julián ha sido así porque todos reconocen en él la fidelidad sin medias tintas a los pobres, a la Iglesia, en una vida honrada de converso a Cristo y a nadie más.

Señalo algunos de los comentarios que han salido éstos días:
Heleno Saña, (Id y Envangelizad nº 52)
(…) Julian encarna para mí de manera paradigmática los valores cristianos que la mayor parte de los que se llaman así no practican más que de boquilla o con fines bastardos (…)No creo exagerar si digo que no existe en España otro cristiano que haya defendido a los pobres y parias del mundo con tanta radicalidad como Julián, y ello mucho antes de que surgiera la Teología de la Liberación, el Concilio Vaticano II, (…) Los problemas religiosos no se interpusieron nunca entre nosotros, no nos alejaron ni emponzoñaron nuestro recíproco afecto. Para amarse no hace falta estar deacuerdo en todo (…).
Igualmente, cuando Julián se entrevistó con Cipriano Mera (traicinado por sus compañeros anarquistas) éste le dijo abrazándose «El Dios en que tú crees, creo yo también».
Juan Velarde, economísta de la línea liberal dice en Alfa y Omega

(…) Al convivir con él comprendí que, además, era uno de esos conversos católicos de fibra durísima, como han existido desde san Pablo a García Morente.
(…) Se convirtió, en medio de esa lucha, más aún que por el pan, por la dignidad de los obreros, en un dirigente que insistía, de modo continuo, en el amor a Jesús, a la Iglesia, y a María. (…) Los economistas, mucho debemos a Julián. (…) Su obsesión era servir a la Iglesia, no servirse de ella, y, por ello, servir a los más pobres. Cuando se haga una historia social de España en la segunda mitad del siglo XX, se verá la importancia colosal que tuvo este católico ejemplar , ansioso de Jesús, que acaba de saltar a la Iglesia triunfante, donde se habrá encontrado con sus amigos de misión, y con personajes como Edith Stein o Simone Weil, que supieron, como él, ser santos contemporáneos.
Monseñor Rouco Varela, en la homilia de su funeral del 12 de Noviembre destacaba su caracter de converso a Cristo. Otros obispos como D. Juan del Rio (Asidonia-Jeréz), D. Carlos Osoro (Oviedo), el Cardenal Amigo de Sevilla también oficiarán misas en su memoria.
Pero el recuerdo que seguro que Julián agradece más es el de las personas sencillas y anónimas que le conocieron y que intentar continuar su lucha solidaria desde la Iglesia.