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Comparto estas reflexiones, sobre las elecciones en Ecuador, que se llevaran a cabo, el día 17 de Febrero 2013.
En el plan del reino de Dios, en todo tiempo y lugar, se ha manifestado a través de sus profetas, enviados, maestros, líderes espirituales, y en estos tiempos a través de su hijo Jesús, para enseñarnos, transmitirnos, el camino de la ley universal, y la ley de Dios, que nos conduce a la felicidad y a la paz entre hermanos.
Conocemos, que desde que entro el mal en este mundo, han existido fuerzas contrarias al reino de Dios, que han impuesto sus leyes y han obligado a seguirlas para lograr sus propósitos, por ejemplo; la dominación de los imperios, las conquistas, la esclavitud, las guerras de las cruzadas, la inquisición, el holocausto de los Judíos, el holocausto de Hiroshima, y otros
En cambio, el mensaje de Dios, se manifiesta, por la boca del profeta Isaías, 58,7-10, que dice: Compartirás tu pan con el hambriento. Los pobres sin techo entraran en tu casa, vestirás al que veas desnudo y no volverás la espalda a tu hermano. Si en tu casa no hay más gente explotada, si apartas el gesto amenazante y las palabras perversas, si das al hambriento lo que deseas para ti, y sacias al hombre oprimido, brillara tu luz en las tinieblas.
Luego, Jesús en el sermón de la montaña, nos enseño las Bienaventuranzas, en donde nos da los principios fundamentales de convivencia y fraternidad humana.
Empieza diciéndonos que seremos felices si somos simples y sencillos. Que no debemos conformarnos con las posesiones materiales, más bien buscar los bienes espirituales. Que debemos sembrar gozo y alegría en donde nos encontremos, para combatir el sufrimiento, que significa estar separado de Dios, de su ley, de la comunidad.
La humildad, y la mansedumbre nos conducen a encontrar la verdad. Que debemos tener hambre y sed de justicia y de verdad, pero no con actitudes prepotentes de ser poseedores de la verdad absoluta, que nos ha hecho daño a la humanidad, con la persecución, los dogmas, la cárcel, la condena, la muerte.
Que de manera especial debemos practicar la compasión y la misericordia con nuestros prójimos, en pensamiento, palabra y acción. Que en nuestro medio eliminemos; el odio, la guerra, la envidia, el chisme, la grosería, el orgullo, el egoísmo, que tanto daño nos hacen.
Que tratemos de mantener nuestro corazón puro, alimentado de paz, amor, perdón, compasión, misericordia, armonía.
La armonía nos trae la paz con notros mismos, con nuestros prójimos, y especialmente con Dios.
Cuando Jesús nos da la paz, significa que nos otorga la comunión con ?l y con su reino.
Buscar la paz entre hermanos, es el buen vivir, la transformación social, porque para tener paz debemos desterrar la guerra, la injusticia, la dominación.
Quito 9 de febrero 2003