Con el nombramiento de Ernst von Freyberg, el Vaticano trata de limpiar la reputación de una institución marcada por el escándalo
El Vaticano ha elegido este viernes al abogado alemán Ernst von Freyberg para presidir su banco, el polémico Instituto para las Obras de la Religión (IOR). Este nombramiento, que cubrirá un puesto que lleva vacante desde el pasado mayo, se produce a menos de dos semanas de que Benedicto XVI ponga fin a su pontificado, después de que el pasado lunes sorprendiera a los católicos al anunciar su renuncia.
Un grupo de cardenales, con la posterior aprobación del Papa —en la que probablemente será su última gran decisión como pontífice— ha nombrado este viernes a von Freyberg sucesor del anterior presidente, Ettore Gotti Tedeschi, quien fue destituido de su cargo al frente de esta institución en medio del escándalo de filtración de documentos conocido como Vatileaks.
En un comunicado, el Vaticano ha dicho que von Freyberg aportará a la entidad bancaria “una amplia experiencia en asuntos financieros y en el proceso regulador financiero”. Nacido en 1958, el nuevo dirigente del IOR es también presidente de los Astilleros Blohm+Voss, con sede en Hamburgo. Esto ha levantado cierta polémica ya que una antigua división de la empresa, Blohm+Voss Naval, vendida en 2011, se dedica a la construcción de barcos de guerra.
En una rueda de prensa, el portavoz vaticano Federico Lombardi ha defendido que acusarle de «armamentista no es honesto ni correcto», a la vez que resaltó sus valores morales. «Es presidente de una naviera que construye barcos en todo el mundo, después lo que introduzcan en los mismos no depende de él», ha afirmado Lombardi, que después ha precisado que la naviera se dedica fundamentalmente a la transformación y a la reparación de cruceros y la construcción de yates.
Pero a pesar de vender su rama militar, Astilleros Blohm+Voss aún está construyendo cuatro fragatas para la marina alemana para cumplir de un contrato firmado antes de esa fecha con el Estado alemán, como ha reconocido Lombardi.
más información
Benedicto XVI renuncia para limpiar el Vaticano
La policía registra la casa del destituido jefe del banco vaticano
Nido de cuervos en el Vaticano
Además, el recién nombrado banquero de Dios forma parte del comité asesor de la agencia de trabajo temporal Manpower GmbH y la de gestión de activos Flossbach von Storch AG.
Fuentes vaticanas también han detallado que han considerado a unos 40 candidatos de todo el mundo para el puesto. Lombardi ha negado que el ejecutivo alemán sea un amigo personal del Papa.
Como el italiano Gotti Tedeschi, su antecesor al frente de la banca vaticana, von Freyberg es un devoto católico. Es miembro de la Orden de Malta, organización católica con más de 13.000 miembros en todo el mundo formada por una mayoría de laicos, y suele participar en peregrinajes al santuario mariano de Lourdes, en Francia.
El pasado mayo, el comité directivo del banco vaticano aprobó retirar la confianza a Gotti Tedeschi, destacado miembro del Opus Dei y amigo del Papa. La abrupta destitución tres años después de su nombramiento se produjo en medio del escándalo de filtración de documentos personales del Pontífice que desembocó en el arresto, condena y posterior indulto papal del mayordomo personal de Benedicto XVI, Paolo Gabriele.
Los consejeros del IOR denostaron entonces públicamente a Gotti Tedeschi y dieron a entender que estaba involucrado en la publicación de los documentos del Pontífice. Sin embargo, según varios medios italianos, el banquero había descubierto que, tras algunas cuentas cifradas, se escondía dinero sucio de “políticos, intermediarios, constructores y altos funcionarios del Estado”, e incluso de la mafia.
Von Freyberg preside un astillero vinculado a la construcción de buques de guerra en Alemania
El nuevo nombramiento forma parte de los esfuerzos del Vaticano para acabar con la imagen de corrupción y falta de transparencia que su banco arrastra desde hace décadas. El pasado julio, una comisión del Consejo de Europa —Moneyval— contra el lavado de dinero señaló que el banco vaticano no cumplía con los estándares establecidos para evitar el lavado de dinero, la evasión fiscal y otros crímenes financieros. La opacidad que rodea a las finanzas vaticanas llevó al Banco de Italia a suspender en enero de este año todos los pagos electrónicos y las operaciones con tarjeta de crédito dentro de la Ciudad del Vaticano. La suspensión fue levantada el pasado día 12.
Pero ya en los años 70, el IOR empezó a protagonizar sonados escándalos por la gestión de su presidente, el sacerdote estadounidense Paul Marcinkus. En 1982, Roberto Calvi, presidente del Banco Ambrosiano —del que el IOR era un accionista importante— apareció ahorcado en un puente de Londres.
El aparente suicidio permitió decubrir una trama de corrupción que implicaba al Banco Ambrosiano, ala logia masónica Propaganda 2 (más conocida como P-2), y al propio IOR. Calvi había estado cubriendo durante años las pérdidas del IOR, de alrededor de 1.400 millones de dólares de la época, causadas por mala gestión y por donaciones políticas secretas.