Venezuela bolivariana -- Pedro Serrano García (Madrid)

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

En el Cristianismo los buenos creyentes se esfuerzan en el servicio, mientras que en la política los militantes se esfuerzan en el mando. Si JES?S dijo: ?he venido a servir y no a ser servido??, cualquier presidente de gobierno tratará de mandar y no de ser mandado. Así la política está abocada a una competencia por el poder desde los primeros puestos; mientras que en un sincero cristianismo se aceptan los últimos puestos en el servicio a las mayorías.

En política como en religión, respetando la autonomía y la colaboración entre ambas, se debe trabajar por el bien común. Aquí surge el problema, pues unos partidos buscan el poder para alcanzar privilegios y dinero para las élites, mientras que en otros partidos se trata de usar el poder para beneficiar a las mayorías populares. Asimismo los cristianos están divididos, pues unos apoyan a partidos conservadores que favorecen a las minorías privilegiadas, mientras que otros creyentes simpatizan con partidos progresistas dispuestos a amparar los derechos de las mayorías trabajadoras.

Generalmente las autoridades religiosas han estado inclinadas a favorecer a partidos de derechas, lo que ha provocado el alejamiento de la religión de los partidos de izquierda. Lentamente, desde los años sesenta del siglo pasado, con el Concilio Vaticano II y con la Teología de la Liberación, ya van habiendo autoridades religiosas, presbíteros y pastores que ven aspectos más cristianos en la izquierda política que en la derecha.

En líneas generales, los Estados Latinoamericanos una vez que se separaron del Reino de España, usaron el poder para privilegiar los intereses de las clases burguesas. En Cuba primero, unas décadas más tarde los sandinistas, y actualmente en Venezuela, Bolivia y Ecuador, han ocupado el poder partidos de orientación socialista que tratan de: a) zafarse del yugo del imperio norteamericano, y b) legislar para favorecer el bienestar de las mayorías populares empobrecidas. Si por la vía armada no dio resultado, actualmente lo van logrando por la vía democrática.

Para las autoridades norteamericanas es inaceptable que en su ?patio trasero?? haya partidos que pretendan hacer política fuera de lo establecido por el Imperio. A Cuba la aislaron durante décadas y a los sandinistas de Nicaragua les organizaron una guerra civil con la llamada ?Contra??. Actualmente Venezuela ya ha sufrido dos intentos de golpe de Estado promocionados, al parecer, en Estados Unidos con el apoyo de la derecha venezolana; así como constantes movilizaciones con signos de violencia antigubernamental para desestabilizar el país, que ha ocasionado varios muertos y heridos. Las autoridades venezolanas han tenido que detener a varios presuntos organizadores y someterlos al juicio de los tribunales.

El Sr. Oboma, siguiendo los dictados de los lobbies dominantes en la superpotencia mundial, acaba de advertir al presidente venezolano Sr. Maduro, que Venezuela se está convirtiendo en un peligro para la seguridad norteamericana, exigiendo la libertad de los principales organizadores de los dos golpes de Estado fracasados.

UNASUR y varios organismos latinoamericanos junto con gobiernos, intelectuales y movimientos sociales de varios países de la región y de otros continentes, se han manifestado solidariamente con el proceso democrático bolivariano.
Los tres poderes del Estado venezolano han considerado las palabras del Sr. Obama como una amenaza armada contra la soberanía del país. Por ello, para organizar la defensa en el caso de invasión, han dado plenos poderes al presidente venezolano Sr. Maduro. Por otra parte, el gobierno ruso de Putin ha manifestado su solidaridad al gobierno venezolano de Maduro y puede que promuevan unas maniobras militares conjuntas de autodefensa.

En las últimas décadas los estrategas norteamericanos para mantener la hegemonía mundial, han ejecutado guerras en Oriente Medio (Irak, Afganistán, Libia y Siria), también en Europa (contra Serbia, y ahora Ucrania a partir de un golpe de Estado); asimismo mantienen amenazas contra Corea del Norte, Irán y otros países, están cercando con bases militares a Rusia y China. Nuevamente se han fijado en Latinoamérica. Hace unos años, con la participación norteamericana, hubo invasión a Granada, más tarde golpe de Estado en Honduras y Paraguay. También se amagó en Bolivia y Ecuador. En Haití se expulso a su presidente democrático Arístides y desde el terremoto se mantiene unas fuerzas de ocupación mercenarias con la participación de gobiernos sumisos latinoamericanos. Ahora, cuando la derecha enriquecida de Venezuela no es capaz de alcanzar el poder por la vía democrática, está dispuesta a colaborar con la superpotencia invasora en una confrontación armada contra su propio pueblo; todo ello con la complacencia de autoridades de las iglesias cristianas.

Da la impresión que a las élites dirigentes de Estados Unidos, más que establecer la democracia con sus invasiones, trata de mantener la desestabilización, la anarquía y la guerra civil en los países donde penetra, además de apoderarse de sus recursos energéticos y minerales, incluso robando obras de arte.
Aun los negativos lobbies, el pueblo estadounidense ?compuesto de razas, culturas y religiones? es extraordinario e ingenuo. A mujeres y hombres de Estados Unidos les debemos muchos fabulosos avances de la humanidad en ciencia, técnica, arte, cultura y derechos humanos.