Los profesores y profesoras universitarios que firmamos esta declaración lo hacemos porque tenemos la convicción de que la interpretación que se hace de la crisis y las medidas que se están tomando ante la grave situación que estamos viviendo no son las adecuadas para salir de la crisis ni respetan principios elementales de la democracia y la justicia social.
Queremos que la ciudadanía entienda que esta crisis no es simplemente un hecho circunstancial, sino la expresión de un modo de vida y de organización de todo el sistema social y económico que es material y humanamente insostenible.
La crisis la ha provocado un sistema financiero concebido y regulado para que la principal fuente de
beneficio de la banca y los poderes financieros sea la especulación. Por eso será imposible salir de la crisis como se quiere salir: sin cambiar las reglas del sistema financiero, sin acabar con los paraísos fiscales, sin vigilar y controlar a la bancos y dejando que sigan siendo ellos quienes impongan el modo de funcionar de la economía mundial. No podemos consentir que la ciudadanía que nada ha tenido que ver pague los platos rotos por los bancos.
La crisis ha tenido un efecto especialmente grave en nuestro país porque los gobiernos consolidaron en los últimos años un modelo económico basado en la construcción, en la explotación masiva e irracional de los recursos naturales y en la desigualdad y muy dependiente de los designios de las grandes corporaciones y burocracias europeas. No podremos salir de la crisis si se sigue incentivando el mismo tipo de actividad económica.
También estamos comprobando que la crisis hace evidente la fragilidad de nuestra democracia porque en lugar de la deliberación predomina la imposición y porque los poderes financieros y económicos se
imponen continuamente a las instituciones representativas. Ceder a la extorsión de «los mercados» es
debilitar aún más la democracia y así solo se saldrá de la crisis con menos bienestar y justicia.
Se quiere hacer creer a la ciudadanía que las medidas que se están adoptando son las únicas posibles pero la experiencia de otros países nos permite afirmar que eso no es verdad y que cuando se adoptan solo conducen, como acaba de decir el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, «al desastre». Sabemos, por el contrario, que hay otras salidas a la crisis mucho más eficaces y favorables para el bienestar.
El conocimiento de lo que está ocurriendo y el sentido común nos dicen que lo primero y principal es
devolver el crédito a empresas y familias y que para ello es necesario que el Estado disponga de fuentes seguras de financiación. Es inmoral e inaceptable que el dinero que los poderes públicos dan a los bancos al 1% para que financien a la economía solo lo utilicen para comprar deuda pública al 5 o incluso al 10% o para seguir especulando. Por eso defendemos la banca pública que la crisis ha demostrado que es más necesaria que nunca.
Sabemos que la reforma laboral que se prepara solo con el propósito principal de debilitar el poder de
negociación de los trabajadores no es lo que se necesita para crear empleo. Tratar de salir de la crisis
reduciendo los salarios y las rentas de la mayoría de la población es como querer salir del hoyo tirándose de los pelos. Son esas rentas quienes mantienen el gasto que permite que la economía se mantenga en pie, de modo que reducirlas para aumentar los beneficios de los bancos y las grandes empresas (que en el primer trimestre han aumentado un 25%) es la antesala de una larga y dolorosa depresión económica.
Sabemos que los recortes de gasto público que se proponen no son los más eficaces ni los más justos y que, en todo caso, hay otros que se podrían haber recortado primero, como los militares. Y sabemos que existen otros mecanismos de obtención de ingresos cuya carga no recae sobre los más desfavorecidos sino sobre aquellos que provocaron la crisis, o sobre los que disfrutan de ingresos o riqueza muy superiores a la mayoría de la población.
Quienes conocemos cómo funciona esta sociedad, la historia y la naturaleza de los auténticos poderes que toman las decisiones somos conscientes de la dificultad de tomar hoy día medidas diferentes a las que proponen la patronal y los grandes financieros. Pero la experiencia también nos enseña que cuando la ciudadanía se empodera y conoce bien lo que pasa a su alrededor es capaz de influir y de torcer las decisiones que les obligan a ir por los caminos que no desean transitar.
Por ello reclamamos también más debate y diálogo social para que la ciudadanía sepa lo que pasa, para que disponga de información plural y pueda optar y decidir con fundamento. Reclamamos, por tanto, que los medios de comunicación públicos cumplan con la tarea a la que están llamados y abran urgentemente debates sobre la crisis en los no se difundan siempre las mismas ideas de quienes detentan el poder sino que se muestren las diferentes concepciones y propuestas sobre lo que está ocurriendo y sobre la mejor forma de hacerle frente.
Con este convencimiento, nos comprometemos a contribuir con nuestra actividad universitaria para que la sociedad tome conciencia de que las medidas que se están adoptando NO PERMITIRÁN RESOLVER LA CRISIS porque sólo se encaminan a facilitar que los de por sí más privilegiados obtengan más cómodamente sus enormes beneficios. Y, sobre todo, a aportar y difundir esas OTRAS FORMAS DE HACER FRENTE A LA CRISIS que respetan el bienestar y la justicia y que además son mucho más eficaces para combatir sus efectos tan negativos sobre la población más desfavorecida.
Como muestra de este compromiso suscribimos esta declaración que haremos pública próximamente para mostrar nuestro rechazo a las medidas que se vienen adoptando.
Para suscribir la declaración
a) enviar un e-mail a universidadfrentealacrisis@gmail.com con el nombre y apellidos, dni, centro de
trabajo y universidad.
b) Enviar o entregar dichos datos a cualquiera de los firmantes.
Primeros firmantes
Juan Torres López Catedrático de Economía Aplicada U de Sevilla 24105226F
Esther Velázquez Alonso Profesora de Economía Aplicada U Pablo de Olavide 28590290W
Catalina Lara Catedrática Bioquímica y Biol. Molecular U de Sevilla 30394250A
Alfredo Serrano Mancilla Profesor de Economía Aplicada U Pablo de Olavide 32049634P
Manuel Delgado Cabeza Catedrático de Economía Aplicada U de Sevilla 24785402G
Lina Gálvez Muñoz Profesora de Hist. e Instit. Económicas U Pablo de Olavide 28730459D
Luis Andrés Zambrana Profesor economía Aplicada U de Sevilla 28876047
Francisco Sierra Caballero Catedrático de Com. Audiovisual U de Sevilla 52097175J
Rafael Gómez Gordillo Profesor de Derecho del Trabajo U Pablo de Olavide 28879024V
Susana Moreno Maestro Ayudante Dpto. Antropología Social U de Sevilla 28623869R
Carolina Márquez Guerrero Profesora de Economía Aplicada U de Sevilla 27289084K
Rosa Mª Díaz Jiménez Profesora de Trabajo Social U Pablo de Olavide 42833817C
Maria Jose Lera Rodriguez Psicología U de Sevilla 28582482z
Raquel Guzmán Ordaz Dto. Sociología U de Sevilla 4916378J
Inmaculada Sánchez Márquez Profesora de Trabajo Social U Pablo de Olavide 31713663K
Lucía del Moral Espín Becaria FPU, Dto. Economía U Pablo de Olavide 28806610F
María Luisa Jiménez Rodrigo Profesora de Sociología U de Sevilla 44297035R
José Luis Malagón Bernal Catedrático de E.U. de Trabajo Social U Pablo de Olavide 28241357W
Aurora Labio Bernal Profesora Titular de Periodismo U de Sevilla 28603012M
Raquel Rico Linage Profesora de Derecho U de Sevilla 27885738D
Antonia Corona Agula Profesora de Trabajo Social U Pablo de Olavide 25319901
Miguel Vázquez Liñán Departamento de Periodismo 1 U de Sevilla 52578024R
Mauricio Matus López Dto. Economía U Pablo de Olavide x2945869y
Esteban de Manuel Jerez Prof. E.T.S. Arquitectura U de Sevilla 29077433
Ricardo Marqués Dt. de Electrónica y Electromagnetismo U de Sevilla 31582907C
Marta Soler Montiel Profesora de Economía Aplicada U de Sevilla 31672699
universidadfrentealacrisis@gmail.com
(Mayo, 2010)