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Empieza una nueva época para Africa. Hay muchas áfricas diferentes. Son 55 países, y cada uno tiene sus tribus, sus idiomas, sus costumbres y sus condiciones climáticas y económicas. Quizá nos parezca que lo único común sea el color de su piel.
Ahora se están cumpliendo seis décadas de sus independencias respectivas. Han sido, durante mucho tiempo, colonias europeas y la idea que tenemos es que eran explotadas, al máximo, en beneficio de sus colonizadores.
Su población actual ya es de 1.300 millones de habitantes y el crecimiento se dispara. El 40% son niños y el 60% son menores de 25 años. Europa envejece y necesita relevo en el sector productivo. Cerrarles las puertas es inhumano. El fenómeno migratorio es normal, pero no siempre vienen los más pobres. Deben tener dinero para el viaje. Son jóvenes de clase media, que buscan progresar en Europa. Les deslumbra el brillo de la cultura occidental. Podríamos decir que también se da la fuga de cerebros que buscan mejorar su situación. Aquí, tal vez, olviden sus valores ancestrales y se diluyan en la vorágine del consumismo.
Ahora se someten a trabajar en lo que sea, mientras encuentran cosa mejor. Envían a sus familias la mitad de lo que ganan.Conservan los lazos familiares y aquí tratan de asociarse, cuanto pueden, a pesar de las dificultades oficiales.
Africa es el continente del futuro. Debería recuperar la soberanía sobre sus recursos naturales. Todavía se abusa, desde occidente, de su pesca, minería y otros productos de exportación.
Ahora se habla de invertir para ayudar pero, ¿con qué criterio?. Hay necesidades mutuas. Nuestro futuro es común. ¿Quién ayuda a quién?. Es necesario entenderse. Tenemos que prosperar juntos.
China, India, Rusia, Japón, Turquía, Indonesia, están invirtiendo de diversas maneras, explotando materias primas, industrializando y colaborando a un progreso económico común.
Se están consolidando las clases medias y Africa se incorpora al nuevo tablero global. Ya hay, en total, 350 embajadas y consulados que facilitan nuevas relaciones con países emergentes. Africa se está incorporando a la globalización y empieza a tener protagonismo político.
Existen organizaciones diversas que contribuyen a la formación básica de la infancia y de la juventud. Otras solucionan necesidades urgentes de alimentación y salud.
En España también se mueven ONG,s y Asociaciones que se preocupan de atender a los que llegan, acogerlos, integrarlos, orientarlos y facilitarles gestiones burocráticas.
El ideal sería que los líderes políticos de estos países tuvieran una visión ética que fuera responsable para buscar el bien común y que se comprometieran a eliminar las corrupciones, respetando los derechos humanos.
Almería, 23 de mayo de 2019.