Una pastoral inculturada -- José Roberto Coloma Zapata (Comunidad San Marcos de Temuco -Chile)

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Herman@s:
Les adjunto unas reflexiones sobre la inculturación del evangelio que redacté después de un encuentro de pastoral mapuche; tema muy importante a la hora de discernir el papel que debemos tener los cristianos en los procesos de liberación de los pueblos originarios, desde los cuales (según mi experiencia) está emanando Vida en abundancia para toda las culturas en este momento de la historia.Un abrazo,José.-Temuco-Chile

Mari mari pu peñi, mari mari pu lamñien:
La pastoral tiene la importante misión de anunciar el evangelio «a» y «desde» los hombres y mujeres. Sin embargo, estos ?hombre y mujeres?? no son abstracciones aisladas sino que son individuos históricos y culturales, pertenecientes a un pueblo.

El evangelio no es el anuncio de una cultura. El evangelio- en términos de Juan Noemi- es acción de Dios en la historia; en cambio, la cultura, es la acción del hombre en la historia. Hay un título de un libro de Antonio Bentué que grafica muy bien esta distinción: «cultura de Hombres y salvación de Dios». En efecto, existe una relación dialéctica entre cultura y evangelio. El evangelio que es la voz de Dios a los hombres necesita, por lo tanto, utilizar las categorías propias del ser humano como la lengua, símbolos culturales, sistemas sociales, expresiones religiosas, etc., para llevar a cabo esa empresa; sino lo hace no es al hombre a quien habla sino a una creación ficticia de él.

Muchas veces, el anuncio del evangelio a alguna cultura determinada, no hace más que confirmar aspectos presentes en ella o, en casos diversos, criticar y denunciar todo lo que sea anti-reino. Es la cultura misma que escuchando la voz de Dios en la Historia, o sea el evangelio, debe apropiarse de él… y proclamar ahora su fe desde su propia cultura y religión: «el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros». Sólo ahí habrá inculturación…el anuncio de Jesús no es anticultura. Un amigo sacerdote muy vinculado con la causa del pueblo mapuche, me contaba que un Lonko le decía: ?mi pueblo siempre ha tenido una Fe muy profunda en Ngenechén (Dios) y eso no cambiará, pero al Peñi (hermano) Jesucristo no lo conocíamos????

Sin embargo, ver a nuestros(as) hermanos(as) mapuche y otros pueblos originarios participando de una eucaristía con elementos litúrgicos de la cultura occidental dominante, es un ejemplo claro de que en esos lugares no se ha anunciado ni apropiado el evangelio sino que se ha traspasado una cultura (y eso es matarlos por dentro), eso es un cristianismo de trámite y sociológico, nada más. Por lo mismo, plantear la tesis de que «todas las religiones son verdaderas y falsas y, por lo tanto, el evangelio es trans-religioso, es una posibilidad seria y madura» que ayudaría mucho en el diálogo interreligioso global, tan urgente en el proceso de liberación de la gran pobre y crucificada: nuestra ?uke Mapu.

?Una meta de la Evangelización inculturada será siempre la salvación y liberación integral
de un determinado pueblo o grupo humano, que fortalezca su identidad y confíe en su futuro específico, contraponiéndose a los poderes de la muerte, adoptando la perspectiva de Jesucristo encarnado, que salvó al hombre desde la debilidad, la pobreza y la cruz redentora. La Iglesia defiende los auténticos valores culturales de todos los pueblos, especialmente de los oprimidos, indefensos y marginados, ante la fuerza arrolladora de las estructuras de pecado manifiestas en la sociedad moderna?? (S.D. 243).

Esta reflexión, plantea un gran desafío a la pastoral:

– Dentro de nuestras comunidades existen hermanos(as) de diferentes culturas, si no consideramos esto, la pastoral no sería más que una instancia de dominación y exterminio cultural. No basta con diferenciarlos según aspectos sicológicos (adolescencia, juventud, adultez, etc.), según etapas en la experiencia comunitaria; según aspectos más de carácter sociológico como la estratificación social, algunos aspectos demográficos, procesos de socialización, etc. También hay que considerar su cultura.

– La ineficiencia en este sentido, creo que explica de cierta manera porqué a muchos la propuesta de Jesús no les dice nada… es nuestra culpa, porque no somos capaces de traducir el evangelio a las propias manifestaciones sociológicas, sicológicas, etc. de cada cultura. Y ni siquiera nosotros somos capaces de definirnos culturalmente y decir sinceramente cuánto en nuestra vida es evangelio y cuanto es parte de nuestra propia cosecha. Sin esos pasos no hay dialogo posible.

– La pregunta por la evangelización de la cultura debe ocasionar constantemente un cuestionamiento a nuestras estructuras eclesiales, métodos pastorales, expresiones litúrgicas, elaboraciones dogmáticas… de lo contrario, celebraciones importantes como la eucaristía no dejarán de ser para nosotros un show mágico de los cristianos… en este sentido no creo en el «ex opere operato». U optamos por un horizonte de liberación o estamos destinados a promover una dominación unidimensional (totalitarismo).

En definitiva, la cuestión es qué queremos hacer: ¿una pastoral justificadora del orden establecido históricamente (acrítica y en el poder) o una que busque porfiadamente encarnarse en la cultura, es decir, una PASTORAL LIBERADORA?

Si es la respuesta con una perspectiva liberadora (la apertura trascendente del hombre, la mujer y el universo entero, a través de la cultura), debiéramos revisar nuestros métodos y pedagogía… no sea que tengamos una pedagogía y métodos neutros y ciegos… los nuestros optan por la liberación. Esto, evidentemente, implican todas las dimensiones: liberación síquica (depresión), política (autoritarismo-fascismo), económica (neoliberalismo), ecológica (explotación), religiosa (idolatría), eclesial (fundamentalismo) y cultural (occidentalización imperialista).

Ojala que suceda como me contó una joven mapuche: ?cuando me fui para la ciudad no quería ser mapuche?? yo quería que me aceptaran; pero ahora que conocí al Peñi Jesús, he vuelto a mis raíces reivindicando a mi pueblo como una oveja en medio de lobos????

Un abrazo libertario en Jesús nuestro Señor,
Feley!
(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)