«Una Iglesia Pobre para los Pobres» -- Paul Buchet- Consejo Editorial de Reflexión y Liberación

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Reflexión y Liberación

El sueño del nuevo Papa Francisco nos convoca a una reflexión crítica del tema de la pobreza y de los pobres…(Paul Buchet).
Impactaron estas palabras del nuevo Papa Francisco
Sus predecesores habían tenido sus propios temas favoritos. Juan Pablo II abundó en muchos temas morales a demás de su preocupación muy particular de la imagen mediática de la Iglesia. Benedicto XVI hizo de la Verdad su referencia preferida. El Papa Francisco nos da la primicia de su sueño de una Iglesia ?pobre para los pobres??. Este tema de ?los pobres?? en la boca de un Papa sorprendió a muchos.

Benedicto XVI había escrito una encíclica sobre el amor cristiano y otra sobre la Caridad en la Verdad?? también escribió un documento sobre la administración de la caridad. Se habla más fácilmente de la caridad, no así de ?los pobres??.

Fue la teología de la liberación desde los años 70 hizo que tomo como bandera la opción para los pobres presentándola como una nueva comprensión de la salvación divina y las conferencias latinoamericanas de Medellín a Aparecida, en sus proyecciones pastorales no pudieron hacer menos que hacer suya, prudentemente, esta preocupación especial por los pobres.

Lo novedoso del Papa Francisco es de sacudir la pompa vaticana y la caridad paternalista de la institución católica con un hablar sencillo y directo; ?que la Iglesia no se convierta en una ONG piadosa??.
Su sueño de ver una Iglesia que deja de ser rica y de una cristiandad que se preocupa principalmente de los pobres nos obliga reabrir la Biblia para readecuar nuestras percepciones en la materia.

El tema de los pobres es uno los temas relevantes de los profetas en el Antiguo Testamento. Estos denuncian la opresión de los poderosos y anuncian los castigos divinos por las injusticias con ?los pobres de Yahvé??. En los salmos son los pobres que manifiestan su inquebrantable confianza en Quien los defenderá.

En los evangelios el tema de los pobres es de los más notorio de Jesús. La Bienaventuranza de los pobres en San Mateo y San Lucas es la Buena Nueva del Reino de Dios que Jesús inaugura. Dios interviene para atender a los pobres que son los verdaderos herederos del Reino de los cielos y sus discípulos en su pobreza poseen las arras del Reino de Dios. A esta bienaventuranza se contrapone la maldición que Jesús lanza contra los ricos; ?Ay de ustedes porque han recibido su consuelo?? y ?Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el Reino de Dios??.

Envía a sus discípulos a anunciar el Reino de Dios sin oro, ni plata, sin alforja para el camino??Los encuentros de Jesús son significativos; el episodio del joven rico, Zaqueo, el óbolo de la viuda pobre, el perfume de Verónica en Betania?? Llaman también la atención sus parábolas que grafican bien el tema; el rico y el pobre Lázaro, los marginados invitados al festín de boda y sobre todo la famosa parábola del juicio final; ?Tuve hambre me disteis de comer??. ¿Cuando te vimos con hambre? ??Cuando lo hicieron a unos de estos hermanos míos, a mi lo hicieron.

El tema de los pobres no fue un tema tan relevante para el resto de Nuevo Testamento, hay que reconocerlo pero los Hechos de los apóstoles nos cuentan la idílica solidaridad de la comunidad primitiva que los tenía todo en común y la constitución del diaconado para asistir a la pobreza de las viudas. En los escritos de San Pablo, encontramos algunos pocos consejos prácticos de generosidad, la alusión a la colecta que se organizó en las iglesias locales a favor de los pobres de la comunidad de Jerusalén. También llama la atención su dura reprimenda a los que se reúnen para la Cena del señor unos embriagándose cuando otros pasan hambre. Santiago en su carta denuncia la vanidad de la riqueza y la importancia de los pobres que ?Dios ha escogido como ricos en la fe y herederos del reino??. ?¿De que sirve que alguien diga ?tengo fe?? si no tiene obras, si un hermano carece del sustento diario y le dice vaya en paz y no le da lo necesario? ¿de qué le sirve?.. Una fe sin obras esta muerta??

El espíritu de pobreza y la generosidad han sido un tema tradicional en la espiritualidad de la Iglesia a través de los siglos. Aún en las peores épocas de enriquecimiento de las Iglesias existieron cristianos como San Francisco que valoraron el desprendimiento y que valoraron la generosidad para con los necesitados. Los votos de pobreza de los religiosos y las instituciones caritativas testimonian de ello.

En nuestros tiempos de decadencia del catolicismo occidental, la instalación de la Iglesia y sus compromisos con el mundo financiero escandaliza particularmente. La Iglesia se ve complicada en las ambigüedades del progreso económico y cae en la trampa de pensar que hay que luchar contra la pobreza cuando es contra la concentración de capitales que se debe luchar.

El sueño del nuevo Papa nos convoca a una reflexión crítica del tema de la pobreza y de los pobres.

Empezando por casa, debemos revisar nuestra virtud de caridad que se ha promovida como un camino de santificación personal olvidando la fraternidad al interior de la Iglesia y la solidaridad con los mismos necesitados mas allá del asistencialismo.

Los excedentes de estructuras y de gastos desde la Curia vaticana hasta las comodidades clericales locales pasando por las administraciones diocesanas y los movimientos clasistas contradicen el espíritu de pobreza y el verdadero compromiso con los pobres.

Sin duda que la descentralización en la Iglesia y la participación verdadera a todos los niveles lograrían una mejor imagen de la Iglesia. Las dificultades actuales de la Iglesia que sean financieras o morales son purificadoras y dan esperanza; nuestros sueños de otra Iglesia son posibles.