Una iglesia convertida en una escuela -- Ángeles Peñalver

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El Ideal

La parroquia de Jesús Obrero de Almanjáyar recibe cada tarde 80 niños, que han ‘robado’ al cura el espacio para dar misa
En la Parroquia de Jesús Obrero de Almanjáyar la crisis ha traído más metros cuadrados para los vecinos del barrio y menos para las dependencias de la iglesia. Tal y como cuenta la periodista Ángeles Peñalver hoy en la edición impresa de IDEAL, el cura, Juan Carlos Carrión, ha vuelto a achicar el espacio que dedica a celebrar misa -al que ya solo destina menos de un tercio de los casi 500 metros cuadrados del edificio- con el fin de crear un aula nueva donde todas las tardes de la semana pequeños de esa zona reciben clases de apoyo. De cuatro a ocho, un miércoles cualquiera, cincuenta alumnos de hasta segundo de ESO invaden las instalaciones.

El bullicio y el silencio se reparten por igual en esta especie de centro cívico improvisado donde once personas se encargan de apoyar a los menores en sus tareas escolares, enseñarles valores y buenos comportamientos y, «lo más importante», apartarlos de la calle, donde podrían pasar más horas de la cuenta como siempre ha sido costumbre en este modesto distrito.
El ‘alma mater’ de este ‘milagro’ es Juan Carlos Carrión, un párroco que anduvo por distintos pueblos de la costa granadina antes de llegar a uno de los barrios más deprimidos de la capital.