Como era de esperar, no hubo decisiones y si las hubo no se han hecho públicas. Pero la reunión de la plana mayor del Vaticano duró más de tres horas y en ella estuvieron presentes más de veinte altos responsables de los dicasterios (ministerios) de la Santa Sede. La cuestión de fondo es el celibato sacerdotal y la constante pérdida de curas que se casan en un momento de verdadera escasez de clero. Pero el problema más urgente lo representa la Convención convocada por el excomulgado arzobispo Milingo del 8 al 10 de diciembre en Nueva York, a la que se espera que asistan un millar de sacerdotes casados, acompañados de sus esposas.
En un comunicado de las 15,30 de hoy, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha calificado como rutinaria la reunión de hoy, el tercer ‘consejo de ministros’ o reunión de dirigentes de dicasterios convocado por Benedicto XVI en su año y medio de pontificado: ‘Fue reafirmado el valor de la elección del celibato sacerdotal según la tradición católica, y fue subrrrayada la exigencia de una sólida formación cristiana y humana en general tanto para los seminaristas como para los sacerdotes ya ordenados’.
La reunión con los responsables de los dicasterios para analizar el celibato en la Iglesia católica, la readmisión al sacerdocio solicitada por los curas casados y el caso de Emmanuel Milingo, el arzobispo emérito africano excomulgado por reiterarse en su matrimonio, fue «una reflexión común», precisó el Vaticano.
Los participantes tuvieron, según la Santa Sede, «una amplia información» sobre las peticiones de dispensa de la obligación del celibato presentadas en los últimos años y sobre la posibilidad de readmisión al ministerio sacerdotal de los curas casados.
Benedicto XVI y los cardenales de la Curia Romana han reafirmado el celibato sacerdotal y han subrayado la exigencia de una «sólida formación humana y cristiana» tanto para los seminaristas como para los sacerdotes ordenados, según la agencia Efe. ‘El Papa se reunió durante tres horas con más de 20 directores de departamentos vaticanos para debatir una estrategia’, dice sin pronunciarse Reuters.
El Vaticano anunció que emitiría un comunicado posteriormente. Pero el comunicado distribuido por sus servicios de información es neutro y anodino: ‘Como ya se anunció hace un par de días, esta mañana se ha celebrado en el Vaticano la reunión del Santo Padre con los jefes de los dicasterios de la Curia romana para examinar la situación que se ha creado tras la desobediencia del arzobispo Emmanuel Milingo. Según el orden del día, también se ha reflexionado sobre las peticiones de dispensa de la obligación del celibato y las de readmisión al ministerio sacerdotal que han presentado los sacerdotes casados durante los últimos años’.
Altos cargos del Vaticano indicaron que no se espera que surjan a corto plazo decisiones importantes de la reunión, que uno de ellos describió como simple «estudio de la situación» tras la «desobediencia» de Milingo.
CONVENCI?N DE SACERDOTES CASADOS
La reunión había levantado una gran expectación, tanto por el asunto del celibato como por el caso Milingo. Milingo, arzobispo jubilado de Lusaka (Zambia), está excomulgado por Benedicto XVI. El pasado 26 de septiembre, el Vaticano anunció la excomunión automática del polémico prelado y de cuatro sacerdotes estadounidenses, también casados, a los que había ordenado dos días antes obispos. El arzobispo, de 76 años y que no aceptó su expulsión, ha creado una asociación de sacerdotes casados y ha vuelto con María Sung, la coreana miembro de la secta Moon con la que se casó por ese rito en Nueva York en el año 2001.
Milingo ha rechazado su excomunión y está planeando una convención para más de 1.000 sacerdotes casados, con sus esposas, en Nueva York, del 8 al 10 de diciembre.
Los que abogan por permitir un estado sacerdotal casado y dejar el celibato como algo opcional, dicen que una medida como esa permitiría que más hombres decidan unirse al sacerdocio y aliviaría la falta de curas en muchas partes del mundo. La Iglesia Católica insiste en que sus sacerdotes permanezcan célibes y hasta el momento ha descartado permitirles casarse. Los sacerdotes tenían permitido casarse durante el primer milenio, pero la Iglesia decidió el celibato sacerdotal en el Segundo Concilio de Letrán, en 1139.
En una carta abierta al Papa difundida hace dos semanas, Milingo dijo que «más de 150.000 sacerdotes siguen esperando y deseando servir» a la Iglesia. «Estos hombres ya están entrenados y experimentados en teología y ministerio y tienen muchos años de experiencia como casados. Son hombres que han amado a sus esposas y sostenido familias. Deben volver al ministerio inmediatamente», enfatizó. «Está en juego la vida misma de la Iglesia. Sin sacerdotes, no hay misa ni eucaristía. La eucaristía es el centro de la experiencia católico-cristiana y de la fé. Sin eucaristía, no hay Iglesia».