1. Justicia y Paz mira con interés y respeto las movilizaciones y concentraciones ciudadanas espontáneas que tienen lugar en estos momentos en un buen número de localidades españolas. Expresan un importante malestar de buena parte de la ciudadanía ante las desviaciones y problemas que muestra el funcionamiento del sistema financiero y económico global y las insuficiencias de nuestro sistema político desde un punto de vista democrático.
2. En este sentido, Justicia y Paz, en línea con su conocida trayectoria, se suma a todas las reivindicaciones que exigen la profunda reforma del sistema financiero internacional, la redistribución equitativa de la riqueza, la reducción de las desigualdades, la eliminación de la pobreza y la exclusión social, un mayor respeto de los derechos humanos y el avance hacia un sistema económico global más justo y sostenible.
3. Igualmente, se adhiere a las reclamaciones de cuantos piden reformas en el sistema político, más transparencia en el funcionamiento de las instituciones, mayores posibilidades de participación ciudadana, tolerancia cero de la corrupción y más apertura y democracia de los partidos políticos, incluyendo listas abiertas, elecciones primarias, elecciones directas en ciertos ámbitos, etc.
4. La complejidad de la realidad social, política y económica actual, exige que las reivindicaciones ciudadanas de mayor justicia social que quieran ser efectivas se canalicen de forma organizada, estable y continuada y se basen siempre en el diálogo. Por ello, animamos a cuantos participan en estas movilizaciones, además de concentraciones y manifestaciones, a que se estructuren en movimientos organizados. Los múltiples colectivos, ONG, foros e iniciativas ciudadanas, que ya hace tiempo trabajan con objetivos similares, pueden servir de apoyo o lugar desde el que participar.
5. Por último, expresamos nuestro deseo de que los partidos y las instituciones políticas respeten, escuchen y tengan muy en cuenta lo que estas movilizaciones están expresando, sin pretender manipularlas para la lucha partidaria. El actual escenario preelectoral no debería ser tampoco una circunstancia que impida el ejercicio de la libertad de expresión de quienes participan en estas movilizaciones, mientras no perjudiquen el desarrollo ordenado y pacífico de las elecciones y la concurrencia en igualdad de condiciones de todas las candidaturas.
Madrid, 20 de mayo de 2011 1 / 1