El lema de la campaña sobre la beatificación de monseñor Romero, escogido por la jerarquía de la Iglesia católica salvadoreña, es «Romero, mártir por amor??. El lema tiene un sentido profundo, pero también conlleva un peligro. Como se sabe, uno de los riesgos más graves de todos los valores universales ?el amor no es la excepción? es que su interpretación abstracta puede derivar fácilmente en algo vago, genérico y puramente conceptual.
Es el peligro de hablar del amor ideal sin hacer referencia al amor real o, peor aún, enfatizar su carácter puramente formal para eludir las exigencias concretas que demandaría una vida animada y orientada por el amor, en un contexto donde este no solo parece irrelevante, sino ajeno al mundo social, político, económico y cultural. De ahí que para entender lo que puede significar monseñor Romero como mártir del amor, hay que ver cómo era la realidad en la que desarrolló su ministerio y cuál fue su reacción desde su profundo amor cristiano.··· Ver noticia ···
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