Después de curar al paralítico de la piscina de las ovejas, el Evangelio de san Juan recoge la intrigante afirmación de Jesús cuando las autoridades protestan porque trabaja en día festivo. Ahora, al considerar los sucesos pascuales, palpamos una concreción absoluta del aprendizaje de Jesús.
La respuesta de Jesús a la demanda de Felipe refuerza el interés por la contemplación de los hechos pascuales. Felipe quiere que en aquel momento solemne Jesús le muestre al Padre, pero el segundo le responde: «El que me ha visto a mi, ha visto al Padre […]. ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? (Jn 14, 9-10). ··· Ver noticia ···
Retiro en la ciudad (II): El Padre me enseñará cosas aún más grandes -- Santi Thió
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