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El 20 de Noviembre de 1964 se constituyeron las Comisiones Obreras de Barcelona en la parroquia de Sant Medir. Ángel Alcazar, militante de la HOAC, fue un destacado cofundador de este movimiento sindical. El año pasado se celebraron los 50 años de aquel acontecimiento y por iniciativa de la dirección catalana de CC.OO. se colocó una placa conmemorativa en la fachada de esa parroquia. Se trata de un hecho con gran significado histórico. Muchas iglesias fueron quemadas en los años treinta del siglo pasado por militantes de organizaciones obreras, durante el franquismo las fachadas de la mayoría de las iglesias estaban cubiertas con el nombre de ?los caídos por Dios y por España??. Ahora se recuerda que en aquellos años de la dictadura hubo iglesias, cristianos y curas que fueron fundamentales para el nuevo movimiento obrero.
En este contexto, hay que alegrarse de la publicación de una biografía de Francisco García Salve, uno de los sindicalistas más destacados en aquellos años, muy conocido por haber sido juzgado en el famoso ?Proceso 1.001?? que fue el gran juicio contra la dirección estatal clandestina de CC.OO. García Salve era entonces jesuita y obrero. Antes había sido un prolífico autor de libros sobre espiritualidad para jóvenes, cristianismo conciliar y ejercicios de yoga, cuando en nuestro país prácticamente nadie sabía cómo se practicaba. Lo dejó todo en Bilbao y se hizo ?carne y sangre obrera?? en Madrid, viviendo en una chabola con el joven hoacista Juan Serna, y trabajando como peón en la construcción. Junto con Arcadio, Tranquilino y Macario ?sobre los que escribió Tres sindicalistas todo terreno- desarrolló un tipo de sindicalismo a pie de obra que merecería tener más continuadores en estos tiempos de precariado y nuevas formas de explotación laboral.
El autor de este libro – que contiene un entrañable prólogo de Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC.OO. – nos ha dado la alegría de recuperar la trayectoria de una vida que merece ser conocida por su alto valor testimonial. En el libro se recorren los ciclos existenciales y el pensamiento cristiano, sindical y político de García Salve. Además se incluyen dos largas entrevistas muy valiosas y diversos anexos, entre los que destaca el relacionado con la expulsión del PCE por extremista de izquierda y poco fiel a la línea carrillista del partido.
Juan Antonio Delgado, doctor en Historia y en Filosofía, cierra con este libro una trilogía dedicada a tres curas significativos en la renovación conciliar del catolicismo: José María Díez-Alegría, Mariano Gamo y Francisco García Salve. Trabajador incansable, está preparando un libro sobre José María Llanos, jesuita en el Pozo del Tío Raimundo y persona fundamental para el desarrollo de CC.OO. en Madrid, como lo reconoció reiteradamente Marcelino Camacho. Toda esta obra de Delgado constituye una valiosa aportación para el cultivo de la memoria viva de los testigos de Jesucristo en el mundo obrero y en la lucha sindical a pie de obra.