La catequesis especial en Badalona (Barcelona) se creó en el año 1968, de la necesidad de un grupo de padres cristianos con hijos deficientes psíquicos, que querían que sus hijos recibieran la preparación y los sacramentos de la Primera Comunión adaptados a su capacidad concreta. En sus parroquias nadie quería llevar a cabo esa labor porque los sacerdotes pensaban que no estaban preparados.
En una primera etapa tuvo diferentes sedes, hasta que finalmente se instaló en los locales de la parroquia de Santa María. A partir de este momento la catequesis que se quería ofrecer ya no se redujo a la preparación de la Primera Comunión, sino que se creó una continuidad, se preparaban grupos para recibir la Confirmación y, finalmente, para crecer en la fe.
Esta catequesis es interparroquial desde sus inicios. Un autocar recoge a los chicos y chicas por toda la ciudad de Badalona y sus colindantes: Montgat, Sant Adrià de Besós y Santa Coloma de Gramenet.
El nombre de catequesis ?especial?? o ?para deficientes psíquicos?? etiquetaba mucho al grupo, y se buscó un nombre que los chicos y chicas también pudieran decir, se pudieran identificar, ser un grupo más entre los que promueven la fe. Finalmente se escogió el nombre de REPIC (tañido en catalán) por ser alegre, fácil de recordar y pronunciar por ellos: un repique de campanas como el de la iglesia que los acoge.
Compartir la fe
El grupo es bastante heterogéneo: hay chicos y chicas con Síndrome de Down, autismo, retraso mental y con un nivel de capacidad mental bajo. Al principio se dividió en cinco grupos, pero actualmente consta de dos: un gran grupo de doce chicos de hasta treinta años, y un grupo pequeño de siete que tienen más de cuarenta en adelante. Todos se prepararon para recibir la Primera Comunión y la Confirmación hace ya algunos años, y ahora son un grupo que comparte su fe.
Las familias pagan una cuota anual para financiar el funcionamiento semanal y las salidas. Algunas de estas salidas cuentan con la participación de las familias. El grupo REPIC significa una oportunidad para todos ellos de integrarse en un grupo donde compartir el tiempo libre y la fe.
Nuestra catequesis se basa principalmente en la figura de Jesús, su amigo, y a través de sus obras, trabajamos valores y nos comprometemos a ser como él. Utilizamos materiales convencionales de catequesis en un nivel infantil (aunque son grandes en edad, son pequeños en capacidad) y para recordar canciones, oraciones o escuchar atentamente una lectura nos apoyamos en los gestos (a cada frase le corresponde un gesto), cuanto más dinámico y visual es más fácil les resulta.
Para Navidad es tradición preparar un festival y presentarlo en el colegio Maristas Champagnat de Badalona. Normalmente hacíamos una representación teatral, pero con el avance de las nuevas tecnologías, y gracias al trabajo de uno de nuestros monitores experto en el tema, hemos grabado ya tres películas (de unos 20 minutos cada una), formato que nos permite repetir con calma las secuencias y el resultado siempre es bueno, especialmente para los actores, que luego pueden verse y verse??
También realizamos dos o tres excursiones al año: buscamos casas de colonias que ofrezcan talleres adaptados a la etapa infantil (ideal por la simplicidad de las explicaciones y por la ejecución de la actividad: cerámica, mermelada??).
La verdad es que el grupo REPIC no seguiría funcionando sin el apoyo incondicional del rector de la parroquia, que desde un principio confió en el proyecto y se adapta continuamente al grupo en todas las catequesis y celebraciones.
Ir a la esencia
Mi experiencia como monitora empezó en 1991, cuando apuntamos a mi hermana ?que tiene Síndrome de Down? a la catequesis, y como necesitaban monitores decidí apuntarme aportando a este voluntariado mi experiencia personal. Después de estos quince años como monitora puedo afirmar que es una experiencia muy gratificante. Para empezar te rompe todos los esquemas, porque no es fácil explicar el Evangelio, sobretodo aquellos aspectos que para nosotros ya son difíciles de entender; te obliga a plantearte tu fe y a pensar en qué es lo más importante y lo que deberían conocer.
Hay que dejarse de grandes palabras e ir a la esencia: Dios, Jesús, es puro amor, y nos quiere a todos por igual. Eso os puedo asegurar que todos lo saben.
Por eso también digo que es muy fácil ser monitora del REPIC, a veces pienso (aunque sea un tópico) que recibo mucho más de lo que doy. Ellos siempre son fieles a su cita de los sábados, contentos y motivados ante cualquier actividad que se les proponga (por mi experiencia como maestra de Educación Infantil sé que no es nada habitual hoy en día). Ellos sólo quieren que compartas tu tiempo y les hagas sentirse importantes. A cambio te ofrecen experiencias maravillosas, como que un chico con rasgos de autismo de pronto, y al cabo de mucho tiempo, te regale un abrazo; o que una chica con serias dificultades de comunicación rece el Padre Nuestro con gestos.
En esos momentos veo a Jesús en cada uno y me siento pequeña, sencilla, y quiero quedarme ahí, al lado de las cosas insignificantes, ajenas a la mayoría de los ojos de los demás, pero que valen tanto la pena. Y a pesar de que pasen los años, tener siempre el corazón de un niño.