(Resumen de un documento dirigido por el Obispo y Clero de Butembo, RDC, a los responsables del Estado, Ejército, Policía y Administración)
1.Durante la campaña para el referéndum de la Constitución se proclamó que significaba el fin de la guerra y el comienzo de una era de paz y seguridad para todos. El mismo objetivo no ha cesado de ser anunciado oficialmente con ocasión de lo importantes acontecimientos de nuestra historia reciente, concretamente después de las elecciones y en las ceremonias de celebración del cincuentenario de la independencia de la RDC.
2.A pesar de que algunos estiman que la situación del país mejora cada día y califican los problemas de seguridad del Este como “residuales”, las poblaciones del este siguen sometidas a un régimen de terror creciente: inseguridad, violaciones, asesinatos, violaciones diarias. La inseguridad acecha a los ciudadanos en sus domicilios.
3.El clero de la Diócesis de Butembo hizo público en 4 de noviembre de 2009 un mensaje titulado “No hagas a nadie lo que no te gustaría que te hicieran a ti”. Un año después, el balance es sombrío. La situación empeora en Beni y Lubero. El cambio de las autoridades parece una panacea, pero no se tocan las causas profundas que están en el origen de esta situación.
4.Los secuestros y desapariciones de personas, los asesinatos, los saqueos, afectan a todas las capas sociales A los jóvenes, a la elite intelectual, a los comerciantes, a los padres y madres de familia, a los simples campesinos. Solo en la ciudad de Butembo han sido asesinadas 13 personas desde junio último, algunas por hombres uniformados, otros por civiles, otros por bandas incontroladas.
5.El 8 de noviembre de 2010, el sacerdote Christian Mbusa Bakulene, párroco de Kanyabayonga, ha sido salvajemente asesinado cuando regresaba de su trabajo pastoral. Dos días después nueve pasajeros de un minibús fueron matados y otros, numerosos, fueron heridos. Estos ataques tiene como objetivo sembrar el miedo y el pánico entre los que son la voz de los sin voz, y de este modo hacer callar a todo el pueblo. “¡Ay de ti que matas a los profetas. Su sangre grita hacia mi”.
6.No se puede dejar de poner de relieve que estos hechos suceden en el momento en que se ejercen nuevas presiones para la introducción forzada de poblaciones de Masisi en el territorio de Lubero, mientras se piensa reinstalar a los verdaderos congoleños desplazados internos en otros territorios de la RDC. Se está produciendo un encarnizamiento contra las poblaciones de Beni que se asemeja a una política de “tierra quemada” para crear espacios para otros. Se trata de un genocidio en gestación.
7.Frente a esta situación, queremos expresar nuestra profunda decepción y protesta y hacemos un llamamiento para que las autoridades asuman sus responsabilidades. Es anormal que las investigaciones policiales y criminales no deriven nunca en condenas. Mientras se persiguen hechos menores, los grandes criminales se benefician de una impunidad total e quizás incluso de una protección y complicidad. Así pues, nos dirigimos:
Al poder central
8.Denunciamos esta especie de complot contra los pueblos del Kivu-Norte en general y del Gran Norte del Kivu-Norte en particular. Lamentamos constatar que en el caso del Kivu-Norte, las autoridades prefieren refugiarse tras una im0plicación de las poblaciones para justificar su indiferencia o su impotencia ante esta plaga. Indiferencia que puede ser interpretada como una complicidad de quienes tienen el mandato de de hacer reinar el orden y la paz en todo el territorio nacional, como si la inseguridad en el Kivu-Norte fuera un asunto que solo correspondiera a las poblaciones locales.
9.Solicitamos une real refuerzo e independencia del poder judicial y plena cooperación con la Corte Penal Internacional para luchar contra la impunidad persistente. ¿La gestión del ejército no depende de la autoridad política?
A los cargos electos de los Territorios de Beni y Lubero:
10. Senadores, diputados nacionales y provinciales, apelamos a vuestra responsabilidad de representantes y defensores de los intereses nacionales y de vuestros electores. Vuestro silencio es culpable. Os parecéis a pastores que ven con indiferencia cómo las ovejas de sus rebaños son degolladas. El pueblo os pedirá cuentas en breve. ¿Qué balance presentaréis de vuestra labor?
A la MONUSCO
11 la reciente modificación de vuestro mandato tenía como objetivo reforzar la protección de los civiles. La realidad sobre el terreno no ha cambiado nada. La Molusco asiste impotente y pasiva al deterioro de la seguridad.
A nuestros Jefes Consuetudinarios de los Territorios de Beni y Lubero
12.Asumís una responsabilidad grande en la gestión de las tierras de la comunidad, que son muy codiciadas. Si son mal gestionadas, pueden ser fuente de conflictos. Os invitamos a una sabia gestión de las tierras, que lejos de ser personales son comunitarias.
Al Ejército y a la Policía Nacional
13.Vuestra misión es asegurar la seguridad de las personas y de sus bienes. Se trata de una misión difícil, en una época en que la soberanía de nuestro país está amenazada. Se constata que vosotros saqueáis, violáis y matáis a inocentes. Recordad las palabras de Juan el Bautista a unos militares: “No cometáis extorsiones ni fraudes contra nadie y contentaros con vuestro salario”, y las palabras de Dios a Caín: “A cada uno se le pedirá cuentas de la vida de su hermano”.
A los agentes pastorales
14.Encuadráis a vuestros hermanos y hermanas en situaciones delicadas, en las que el Evangelio se encuentra perseguido. “Contribuir a la formación del pueblo es ayudarlo a comprender lo que está en juego con las elecciones democráticas, para que cada uno en su opción a la hora de elegir el perfil del dirigente que su barrio, pueblo, agrupamiento, provincia y país necesita para el progreso y desarrollo cultural, social, económico, político y moral”. Os invitamos a que tengáis el coraje profético para denunciar las situaciones en las que el hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, es oprimido. Vuestro combate por Dios debe ser un combate por el hombre.
A los fieles y hombres de buena voluntad
15.Invitamos a todos los fieles y a todos los hombres de buena voluntad a que estén vigilantes y a que denuncien a los malhechores. Evitemos la complicidad con los que nos matan por 5 dólares.
Conclusión
16.En esta situación de opresión, permanezcamos firmes en la esperanza cristina. Aunque el mal y la muerte parece que triunfan, estamos seguros de que el bien y la vida prevalecerán.
17.Nuestro grito de alarma es que cesen la violencia y la inseguridad lo antes posible. Hoy mismo, si es posible. Hay demasiados muertos y el sufrimiento provocado por esta situación ha sobrepasado los límites de los soportable.
“Queremos dirigentes respetuosos del pueblo y preocupados por la paz
Queremos la paz y nada más que la paz
Queremos la justicia y nada más que la justicia
Sí a la paz y no a la guerra
Sí a la justicia y no a la impunidad”
Butembo, 23 de noviembre de 2010