El próximo 11 de junio comenzarán en Sudáfrica los mundiales de fútbol. Para el país organizador, un evento de esta categoría siempre es una ocasión de oro para proyectar una buena imagen y atraer así a inversores y turistas durante y después del torneo. Los organizadores esperan alrededor de medio millón de fans –la mayor parte de Europa y Estados Unidos- que acudirán a animar a sus equipos durante el mes que se disputarán los partidos. Entre todos estos visitantes habrá 15 chicos y chicas españoles para los que este viaje a los mundiales de Sudáfrica será también la ocasión de entrar en otro mundo de solidaridad que, aunque pase desapercibido para los medios de comunicación, no por eso brilla con menos luz propia.
Los 15 jóvenes españoles estudian en colegios donde la ONG “Red Deporte y Cooperación” (RDC) lleva a cabo actividades de educación al desarrollo. RDC ha querido aprovechar este interés en un proyecto de sensibilización que lleva por título ‘Conectando África 2010’, en el que Sony España S.A. participa como sponsor. Desde su fundación hace diez años, RDC ha usado el deporte para ayudar a que muchos niños y jóvenes latinoamericanos y africanos tengan acceso a la educación y la salud. Entre los países africanos donde han desarrollados proyectos se cuentan Sudán, Kenia, Uganda, Senegal, Zambia, Angola, Mozambique y Sudáfrica.
En este último país RDC ha trabajado en un proyecto educativo de los Salesianos que ofrece educación a niños de familias pobres que viven en las barriadas de Finetown y Ennerdales, zonas muy marginales situadas en el sur de Johannesburgo (Sudáfrica). Allí viven miles de sudafricanos que llegaron de zonas rurales en busca de oportunidades que no encontraron y también inmigrantes ilegales procedentes de países vecinos. Todos ellos sufren una altísima tasa de paro.
El principal trabajo de RDC ha consistido en construir unas pistas deportivas y un salón multiusos para uso de niños y niñas no escolarizados con los que se trabaja para intentar subir su nivel escolar hasta que puedan alcanzar el grado suficiente para poder acceder a una escuela normal. Esta es la realidad que conocerán los 15 jóvenes españoles que RDC llevará a Sudáfrica. Allí convivirán con los alumnos de esta escuela salesiana, visitarán algunos de los lugares más significativos que dan fe de la reciente historia del país bajo el régimen del “apartheid”, acudirán a animar a la selección española en dos partidos y, cómo no, participarán en actividades deportivas con sus nuevos amigos sudafricanos.
Una de las cosas que los doce jóvenes aprenderán sobre el terreno es cómo en África el fútbol es mucho más que una manera de pasar los ratos de ocio. Como lenguaje universal, el deporte levanta el ánimo, une, inculca valores de esfuerzo y compañerismo y enseña a saber perder y a practicar el juego limpio, algo que es necesario vivir dentro y fuera del terreno de juego. La recientemente estrenada película ‘Invictus’ ofrece un ejemplo destacado de cómo el deporte unió a una Sudáfrica divida durante los campeonatos mundiales de rugby de 1995. Otro de los campos en los que el deporte juega un gran papel es la lucha contra el VIH/SIDA, un auténtico flagelo hoy en Sudáfrica, que tiene tasas de infección del 18%. entre la población adulta.
En las zonas más marginales, como es el caso de Ennerdales y Finetown, Uno de los problemas más acuciantes de esta zona marginal de Johannesburgo es el gran número de niños que han perdido a sus padres como consecuencia de esta enfermedad y han quedado desprotegidos.
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