LAS PRÁCTICAS CIENTÍFICAS, UNA COMPLEJA TRAMA
Por Leda Giannuzzi (*)
La ciencia ha logrado un éxito arrollador a nivel popular debido a los adelantos conseguidos a la hora de dominar y transformar la naturaleza. El mito del progreso indefinido de la ciencia ha llevado a ésta hasta el endiosamiento, al proponerla como la única modalidad válida de conocimiento objetivo.
Durante un siglo al menos se vinculó el saber científico a las expectativas de un cambio social y se concedió a la ciencia el poder y la legitimidad para modificar el mundo, con el objetivo de impedir y reducir el alcance de males naturales y sociales. Sin embargo, no ha resuelto las necesidades más urgentes de la sociedad. La dependencia cultural de la ciencia es muy notable aunque poco percibida. Hoy la ciencia y la tecnología constituyen el credo científico-tecnológico dominante. Resulta importante analizar las relaciones de poder que se esconden detrás de los conocimientos que, como la ciencia, logran imponerse socialmente.
Según Ester Díaz, profesora de Introducción al Pensamiento Científico en la Universidad de Buenos Aires (UBA), una posición reduccionista de la ciencia nos ha impuesto la idea que el conocimiento que ella genera está guiado por un único interés: la búsqueda de la verdad.
Esta simplificación de la complejidad científica desestima (no inocentemente) la multiplicidad de estrategias sociales o luchas de poder que se juegan en la implementación de las investigaciones y sus respectivos desarrollos tecnológicos.
La distribución del esfuerzo científico esta determinado por las necesidades del sistema. Esto lo expresó muy claramente el físico-matemático argentino Oscar Varsavsky en el año 1969, cuando subrayó que algunas alianzas notorias con el poder del dinero, hizo que la ciencia vaya perdiendo su impulso humanista originario. El enorme poder que exhibe la tecnología científica nos lleva a cuestionar su origen. El conocimiento, aun en forma no intencional, es un instrumento de poder y desigualdad.
Para Darío Andrinolo, Investigador del Conicet, Secretario de Extensión y docente de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), los sectores poderosos de la sociedad son los que ejercen el poder y la hegemonía y por ello, determinan cómo se usa, cómo se aplica y cómo se adquiere el conocimiento.
Los científicos se encuentran sujetos al desarrollo intelectual hegemónico de las clases dominantes. Basta rastrear las líneas de desarrollo de la ciencia en Argentina en los últimos 20 años para observar que corresponden a las impuestas por el Banco Mundial en su línea de crecimiento a partir de los 90, que marcan las pautas de educación y de investigación científica en cada uno de los países bajo su dominio.
En Latinoamérica tomaron fuertemente esta idea algunos países como Chile, y realizaron un cambio de estructura global en ese sentido. Chile tiene universidades totalmente aranceladas y distribución de fondos del gobierno ligados y financiados por la empresa privada, que no necesariamente generan tecnologías propias. Son adaptaciones de tecnologías foráneas que las vehiculizan las universidades. A modo de ejemplo, la tecnología para el desarrollo del salmón, del cultivo del turbot (un pescado parecido al lenguado) y la extracción de cobre son modelos de producción donde el investigador es un productor de commodities de alimentos para el desarrollo de ese modelo de país.
En Argentina la ciencia ha adoptado el modelo lineal de innovación propuesto por los países centrales, que puede expresarse de manera conceptual en los ensayos de Mario Bunge, físico y filósofo especializado en epistemología y semántica en la ciencia. Las ideas expresadas por Bunge en 1957 modelaron paradigmáticamente a la mayor parte del ambiente académico y científico argentino, que reflexionaba acerca de la ciencia a los años 60. En ellos, la concepción positivista de la ciencia presentaba a la Física como el modelo de cientificidad y propugnaba la neutralidad del trabajo científico.
Según Inés Iglesias, directora de la Secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, el desarrollo de la ciencia y la tecnología es uno de los ejes para el crecimiento en términos políticos y económicos para cualquier nación. Los países imperialistas lo han sabido siempre y fortalecen sus respectivas áreas, mientras las bloquean en todos aquellos destinados, según ellos, a abastecerlos de materias primas.
Para Andrinolo, en Argentina el conocimiento fue tomado fundamental a nivel estatal por la Agencia Nacional de Ciencia y Tecnología (ANCyT). Basta revisar su página electrónica y otros instrumentos para encontrarnos con proyectos que en forma permanente tratan de ligar a la Universidad con las empresas, siendo ese vínculo el motor esencial para la traducción del conocimiento básico al conocimiento tecnológico.
En la página del Conicet puede encontrarse el premio L`Oréal destinado a mujeres destacadas en la ciencia, los trabajos realizados con Monsanto e YPF-Repsol, con criterios del BID, siendo la ANCyT un mero intermediario entre las políticas de ese organismo financiero y nosotros, los investigadores, los instrumentadores de esas políticas.
Cabe recordar que las corporaciones Shell, Monsanto, Unilever, Dupont, Repsol y otras (muchas de ellas denunciadas por destruir la vida en sus diversas dimensiones) llevan adelante importantes acuerdos y convenios con las máximas instituciones de la ciencia y la tecnología a nivel nacional e internacional, en pos de un supuesto desarrollo científico, constituyéndose en los administradores del paradigma vigente.
Inés Iglesias indica que durante la década dorada del neoliberalismo se consideraba que el conocimiento científico era neutral, sin vinculación con el resto de los aspectos de la sociedad desde donde se genera. En el marco de esa concepción, por acción u omisión, quienes producían el conocimiento terminaban siendo totalmente funcionales a los intereses e intenciones de los detentadores del control político de nuestro país.
A la vez, se consideraba que el conocimiento tenía propietarios (quienes lo generaban y quienes lo financiaban). Esa visión, profundamente individualista, y por ende, neoliberal, desconocía, a veces deliberadamente, aunque casi siempre por no tener una visión crítica de la cuestión, que la generación de conocimiento se sustenta en el camino transitado por la humanidad, por lo que nadie puede arrogarse la pertenencia de una fracción del mismo. Por consiguiente, debería ser utilizado en beneficio de esa misma humanidad.
La ciencia no es objetiva, ni neutral, sus criterios de verdad están viciados y sin embargo, dice Varsavsky, es la mejor herramienta que tenemos para conocer y cambiar las cosas. Lo que se investiga en una sociedad es lo que esa sociedad considera importante, dependiendo de los valores predominantes.
Cabría preguntarse qué temas se investiga en Argentina, en las Universidades y en los institutos de investigación.
Según Andrinolo, no hay proyectos de impacto ni de desarrollo social pertinentes a la Argentina y tendiente a la resolución de nuestros problemas. No hay un objetivo general en las diferentes tareas de la ciencia básica y aplicada. No hay una directriz en la aplicación de políticas de desarrollo para el país. Mientras la evaluación sea por papers (trabajos científicos) nunca engranaremos con la sociedad y el desarrollo. No hay una decisión política de terminar con el chagas, lo que está fuertemente vinculado a terminar con la pobreza. A modo de ejemplo, en el área salud y medicamentos, Argentina no tiene fondos para encarar la secuencia completa desde la síntesis de un fármaco hasta su aplicación en humanos. No somos independientes.
Entonces, se pregunta Andrinolo, ¿qué hacemos con nuestro conocimiento? Los investigadores están estudiando cosas no importantes para Argentina. Desviamos nuestras propias discusiones en vez de ir al eje directo de las cuestiones, para no perturbar demasiado.
Andrinolo enfatiza que el pueblo argentino no es soberano en la determinación del uso del conocimiento y nosotros como intelectuales orgánicos del sistema tenemos que defender la producción pública del conocimiento atendiendo a necesidades propias.
Muchos científicos hoy encuadran perfectamente en el concepto de cientificistas. Para Varsavsky, cientificista es el investigador que se ha adaptado a este mercado científico, que renuncia a preocuparse por el significado social de su actividad, desvinculándola de los problemas políticos, y se entrega de lleno a su carrera, aceptando para ella las normas y valores de los grandes centros internacionales, concretados en su escalafón.
Es decir, la ciencia fiel al sistema que legitima la sociedad de consumo a partir de la estrategia indirecta de abstenerse de participar en todo conflicto social que vaya más allá de los estrictos problemas científicos y técnicos.
Para Inés Iglesias, un científico argentino, para tener éxito y poder progresar (individualmente) debe seguir los dictados del «primer mundo», que es el que establece los temas prioritarios (que son los propios).
Esta lógica se ha establecido de tal forma dentro de los organismos de Ciencia y Técnica, en las Universidades y en sus claustros que, salvo excepciones, es la que se sigue reproduciendo en la actualidad.
(*) La autora es doctora en Química. Investigadora de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Desde la Redacción de APM
GRACIAS A LA GENTE LINDA DEL GRITO ARGENTINO POR ESTE MATERIAL, este artículo nos llego en el boletín quincenal nº 004 DE 10 de Enero 2010…
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QUIEN SON LOS DUEÑOS DE LA CIENCIA…
Las ciencias aplicadas no existen, sólo las aplicaciones de la ciencia. Pasteur…
Sin las ciencias aplicadas, no existen aplicaciones de las ciencias. Antipasteur…
Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Albert Einstein
Montevideo, 11 de enero de 2010 – Gabriel Sánchez
Una enorme multitud de científicos, investigadoras latinoamericanos, avalarían el enfoque de la Doctora Leda Giannuzzi, que en resumen nos plantea que existe un enfoque epistemológico de la ciencia que es producto de la manipulación opresora del gran capital, es decir de los opresores y existe otro que es del pueblo, de los oprimidos…
La cuestión que menciona la Dra. Giannuzzi, sobre el chagas, es una cuestión característica…Existen muchísimas formas de encarar el conocimiento de la realidad, pero, cuando este tiene como objetivo, el parcializar ese conocimiento, estableciendo como no científico por ejemplo antiguas técnicas ancestrales, se esta aplicando un encare neocolonialista de la ciencia, que nos demuestra que sólo es aceptado, aquello que la academia…la cultura dominante aceptan como valido…
Entonces se vuelve más importante investigar como producir más, en mayor cantidad y no como conservar los ciclos naturales…Como curar a la gente…como posibilitar la felicidad…Se toma como axioma que existe una relación lineal entre la causa y la consecuencia…Sin embargo la investigación científica de punta nos habla hoy de imprevisilidad y de Ley del Caos…Porque esto es importante…porque la investigación se concentra en la relación causa consecuencia…y desprecia formas de conocimiento ancestrales…reduciéndolos a técnicas con poca importancia científica, es más, este modelo causa consecuencia…que olvida la multicausalidad, el azar y el caos y la interrelación de esos elementos, no atiende a temas esenciales, para la preservación de la vida…
Si la población sufre una enfermedad como el chagas, esto tendrá directa incidencia en los ritmos de los ciclos naturales…y con el tiempo, combinado con causas como la integración de semillas extrañas, de sobreexplotación de la tierra, la emisión de productos contaminantes… romperá el equilibrio sistémico…influyendo sobre los ritmos globales, como el cambio climático…y la calidad de vida…
Alguien definió a los delicados equilibrios de la naturaleza y la vida como emergente de estos con una bella imagen, como la irisación de los colores del espectro en una gota cristalina de agua, en la que incide en un determinado ángulo un haz de luz del sol, y vaya a saber cuantas causas, cuanto de azar o cuanto de caos, hubo en ese fenómeno, es sólo una metáfora, porque uno vez roto los ciclos de la vida…esta es irreproducible…
Existe investigaciones que demuestran que la introducción de semillas transgénicas, o de superpoblación de algunas determinados cultivos, termina incapacitando (al menos durante un buen periodo de tiempo), a la tierra para producir… o algunas investigaciones que nos demuestra que enfermedades endémicas, que causas sufrimiento masivo…influyendo sobre el crecimiento de vegetales sanos…
Por supuesto que la ciencia moderna no reconoce estas incidencia y entonces, lo importante es aumentar el rendimiento y no la felicidad, se manipulan la financiación de investigaciones, con la finalidad de que esta produzcan más riqueza, no más felicidad… Se ha investigado muy poco el como proteger las semillas nativas, o curar las enfermedades endémicas, o incorporar antiguas técnicas de labranza…e incluso de comercialización…presente en el campesinado…
Lo triste es que los gobiernos en general, no han captado que tal vez, la felicidad de los pueblos este en producir los suficiente, y no sobrepoducir con la finalidad de que algunos sobreacumulen…
Por ejemplo en mi país hay una muy buena investigación genética del ganado bovino, para que sea resistente a enfermedades y produzca más carne con menos alimento…de hecho, esto aunando a las praderas y pastos y aguadas, con una agua, con características especiales…le da un gusto característico y la constituye un consumo sano…Pero a nadie se la ha ocurrido investigar como realizar una comercialización que deje más ganancia para el productor local y los frutos de esa investigación genética, van a parar al bolsillo del subimperialismo…es decir del poder constituido por el empresariado brasilero que se ha adueñado de la industria frigorífica…que se lleva la mayor renta…
Hemos aceptado una premisa impuesta en nuestro país y en el mundo, de que el capital es imprescindible y en harás de esto enajenamos la mayor parte de los recursos naturales, y parece no haber habido una investigación, si la ha habido no ha trascendido, en el área de las ciencias económicas, que nos permita depender menos de capitalizaciones foráneas y más de nuestro propio esfuerzo…para que el capital no implique, la perdida de la riqueza generada con el trabajo de productores y trabajadores nacionales…a los que llega una renta mínima…
En el acuífero guaraní uno de las tres más grandes reservas del mundo…, en principio el proyecto estuvo investigado por las Universidades estatales de los cuatro estados involucrados…pero “El estudio del Acuífero fue realizado por Universidades Nacionales de los cuatro Estados, el costo final de sus investigaciones fue estimado por las Universidades en 6.000.000 de dólares. Pero los gobiernos de la región decidieron entregar al Banco Mundial (BM) el proyecto. En 2001 el BM aprobó el proyecto y determinó que el fin del mismo sería preservar de la contaminación al acuífero y lograr el desarrollo sustentable del mismo.
Además estableció que los gobiernos de la región pagarían su parte en “especies” – es decir, con agua del Guaraní-, esto implica, lisa y llanamente, la privatización del recurso, sin tener en cuenta las necesidades de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay ni la de sus habitantes. Además estableció que el costo del proyecto ascendía a 26.760.000 dólares. –
El 22 de mayo de 2003, en Montevideo, los países del MERCOSUR firmaron la exploración del Acuífero por un valor de 27 millones de dólares que será controlado por el Banco Mundial, con ayuda de los gobiernos de Holanda, de Alemania y por la Agencia internacional de Energía Atómica de la OEA.
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En julio de 2004 el BM llamó a una licitación para el desarrollo y confección del mapa base del acuífero el Guaraní –gracias a iniciativas de técnicos brasileños- Se presentaron empresas de Canadá, Brasil, Sudáfrica y España. Dispuso además profundizar los estudios en hidrogeoquímica, isotopía, geofísica, geología y usos del recurso. Para el estudio de hidrogeología general, termalismo y elaboración de un modelo regional –operando desde 2005-, se presentaron empresas de Estados Unidos, España, Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda, Italia, Finlandia, Austria, Dinamarca, Canadá, Japón e Israel. Por lo tanto, la idea de Brasil sirvió para que el BM, por medio de las empresas presentadas, tomara posesión del recurso con los silencios cómplices del gobierno argentino, uruguayo y paraguayo.” http://www.ecoportal.net/Contenido/Temas_Especiales/Agua/Aproximacion_al_sistema_acuifero_guarani_SAG_y_sus_implicancias_sociales_y_politicas2
En vez de crear un proyecto de investigaciones que gestionara en forma sustentable el agua y que tuviera en cuenta antes, que a la explotación y capitalización privada, con el pago en especies…, lo que significará la perdida de agua por 27.000 millones de dólares de agua… las necesidades de los pueblos de los países en donde esta la riqueza y de los pueblos que carecen de agua, seguramente tampoco, la verdadera sustentabilidad, que poco tendrá que ver con el renuevo del ciclo hídrico y si con las necesidades de acumular…
Obligándose a adoptar parámetros “cienfiticos” de investigaciones que avalen la explotación intensiva…(declarándola sustentable), así como se exhiben hoy investigaciones científicas que demuestran que estamos lejos del limite del CO2 en la atmósfera, para traspasar el umbral de dos grados de calentamiento (ambas afirmaciones son una falacia)…
Se esperan que los foros sociales y las organizaciones ciudadanas se movilicen, alrededor de este tema del acuífero Guaraní, que es un tema fundamental y debe estar presente en las campañas políticas, la población debe exigir claridad de los candidatos y debe desandarse el camino de la enajenación del recurso, sorriesgo de perder un recurso vital, que se deslizará entre las manos de las empresas multinacionales…
Como ven existe dos ciencias, una es la del opresor y sus cómplices y otra la del oprimidos y sus científicos, parece que la Dra. Leda Giannuzzi, esta del lado de los oprimidos, seguramente serán unos cuantos más…
(Información recibida de la Red MUndial de Comunidades Eclesiales de Base)