Benedicto XVI ? Extracto de la carta a los obispos de Irlanda acerca del abuso sexual por parte de clérigos (20.03.10)
En este año dedicado a los sacerdotes, os propongo de forma especial la figura de San Juan María Vianney, que tenía una rica comprensión del misterio del sacerdocio. «El sacerdote -escribió- tiene la llave de los tesoros de los cielos: es el que abre la puerta, es el mayordomo del buen Dios, el administrador de sus bienes.»
El cura de Ars entendió perfectamente la gran bendición que supone para una comunidad un sacerdote bueno y santo: «Un buen pastor, un pastor conforme al corazón de Dios es el tesoro más grande que Dios puede dar a una parroquia y uno de los más preciosos dones de la misericordia divina «.Que por la intercesión de SanJuan María Vianney se revitalice el sacerdocio en Irlanda y toda la Iglesia en Irlanda crezca en la estima del gran don del ministerio sacerdotal
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¿Qué hay decir al respecto?
?Preferible que haya escándalos, a que la verdad se oculte?? (Ignacio de Alejandría)
Si muchos católicos dejan la Iglesia debido a los escándalos que causaron la pedofilia de clérigos, se debe que se insiste con terquedad que por Iglesia se entiende al clero, una institución armada de manera piramidal y en una imagen del sacerdocio como lo describe justamente el cura de Ars.
Hay que dejar sentada sin tabúes: Jesús no ha fundado ningún sacerdocio. Ni él mismo era de la clase sacerdotal, ni a sus apóstoles enviaba bajo este título. Es más: Jesús se ha distanciado claramente de todo lo que tenía que ver con el templo, el sacerdocio y sus sacrificios expiatorios. Su lema era: ?Misericordia quiero y no sacrificios.??
El Dios que Jesús nos representa, es un Dios inmediato, sin necesidad de intermediarios particulares. A nosotros todos nos toca servir conforme a los talentos (Jesús), a los carismas (Pablo) que el Espíritu de Dios reparte como a él le place, sin que alguien ?le dicte los canales y condiciones de cómo y en quienes ha de actuar?? (B. Häring) como se pretende en la actualidad en la Iglesia latina con la ley del celibato y la exclusión de la mujer del ministerio eclesial.
La santidad no se impone, igual a la autoridad. ?Quién se enaltece a sí mismo, será humillado?? (Lc 14, 8-11). Bajen de los tronos, despójense de capas y mitras, y acéptense como seres humanos como lo hizo Pedro ante Cornelio (Hech. 10,26).