Redes Cristianas de Extremadura

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2003

Somos un grupo de unas 15 personas de ambientes diversos, mayoritariamente de Badajoz capital y Mérida. Llevamos alrededor de 6-7 años reuniéndonos, una vez al mes, a veces dos. En esas reuniones ponemos en común nuestras ideas, preocupaciones e inquietudes; trazamos caminos de desarrollo posterior dentro de nuestras posibilidades.

En un momento determinado nos hemos dado a conocer más a la sociedad extremeña a través de conferencias que pudieran interesar a todos los sectores sociales, especialmente a los que no están dentro de la Iglesia. Nuestra línea en este sentido ha sido traer a personas de reconocido prestigio y que con su testimonio de alguna manera difieren del pensamiento único que reina en las estructuras eclesiales. Desde que comenzamos dichas conferencias, dos o tres al año, hemos tenido la satisfacción de ver llenos los locales cuya capacidad va desde las 300 a las 500 personas. Somos conscientes de que los asistentes a las conferencias programadas por Redes sintonizan con nosotros en bastantes temas pero por diversas circunstancias no tenemos con ellos una relación más continuada.

Cada uno de los componentes del grupo tiene su actividad en la zona de la que procede. A veces esto puede ser un inconveniente para programar alguna iniciativa conjunta.

Nuestras preocupaciones:

Profundizar colectivamente en el mensaje del Reino. Buscar la forma en que el grupo participe en los problemas que afectan a nuestra sociedad, aportando todas las soluciones posibles y siendo parte viva de distintos movimientos transformadores. Caminar hacia una comunidad de fe en la mayor extensión de la palabra, con los límites que nuestras realidades familiares y sociales nos imponen y con la esperanza de que vayan siendo los menos posibles.

Nuestras ilusiones y proyectos:

Seguir manifestando nuestra forma de pensar a través de conferencias, manifiestos y escritos y actuaciones. Intentar que el grupo crezca, no tanto por el número que se tenga, cuanto por extender el compromiso de lucha con los más desfavorecidos. Establecer una relación más directa con grupos de base de las parroquias, catequistas por ejemplo, y profundizar en las cosas que nos unen para dialogar sobre aquéllas, posibles, que nos separan. Estar presentes, en la medida que podamos, en todos aquellos movimientos y manifestaciones que luchan por la justicia y la dignidad de las personas.