Los grupos del Congreso elaboran de forma conjunta una proposición no de ley para mejorar las pensiones de los sacerdotes que en su día abandonaron el ministerio y que pasaría por que Estado e Iglesia cofinanciaran estas prestaciones.
Según el borrador de la proposición, que se presentará en el Congreso en los próximos días para aprobarlo a finales de mayo, el objetivo es instar al Gobierno a plantear ante la Iglesia católica la situación de los sacerdotes y religiosos secularizados.
Hasta el año 1978 en el caso de los sacerdotes, y 1981 en el de los religiosos, los miembros de la Iglesia católica no cotizaban a la Seguridad Social, por lo que aquellos que abandonaron el ministerio se encuentran ahora con problemas a la hora de jubilarse, ya que no se cotizó por ellos durante el período anterior que pertenecieron a la Iglesia.