Enviado a la página web de Redes Cristianas
El Papa ha llamado egoístas a las parejas que no quieren tener hijos o no los tienen en el número que debieran. Según él, una de las formas de egoísmo es que algunas personas ven más cómodo tener perros y gatos que niños. Y termina diciendo que la negación de la paternidad y la maternidad nos menoscaba y la humanidad se pierde.
“Consejos vendo y para mí no tengo”. Si tanto le preocupa la natalidad a Su Santidad, yo le propongo que anule el celibato y que obispos y curas se pongan a trabajar con tesón en el asunto.
Nada hay más convincente que predicar con el ejemplo.
Tener hijos es una enorme responsabilidad, sobre todo porque no podemos preguntarles si quieren nacer o no, y porque, ahora que ya sabemos que no hay paraíso, no sé si compensa el purgatorio que hay que sufrir en la tierra para ir a ninguna parte. Además, la especie humana no está en peligro de extinción, más bien sobramos unos cuantos para que el planeta se recupere de nuestra nefasta invasión.