Procesión atea -- Comisión de Laicidad Iglesia de base de Madrid

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Convocada por la Asociación ?La Playa?? de Lavapiés, para la tarde del jueves, aproximadamente en el mismo horario que las procesiones de Semana Santa, fue prohibida por la Delegada del gobierno. Los argumentos que da merecen una reflexión. Dice que es un ?castigo a la conciencia católica??. Teme que el acto ateo sea «una ofensa a los sentimientos religiosos» y pueda dar lugar a confrontaciones y altercados.

Pensamos que este grupo de ateos tiene derecho a reunirse y proclamar públicamente sus creencias. La presunción de un «castigo a la conciencia católica» es un juicio de intenciones, irrelevante en términos jurídicos, que muestra una percepción de la Delegada contraria a la aconfesionalidad del Estado.

Si es difícil demostrar la intención de ofender, más difícil resulta argumentar la «coacción o intimidación» a la confesión católica que se imputa a los convocantes. La exhibición de ideas contrarias a la existencia de Dios en nada coacciona la fe religiosa de los católicos, igual que las procesiones de Semana Santa no deben interpretarse como una intimidación a los librepensadores. La procesión atea no da lugar a enfrentamientos, si se señalan otros itinerarios. Tampoco ofende para nada a otras creencias.

Lo que sí se pone de manifiesto es la práctica confesionalidad católica de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, hostiles desde el primer momento a la manifestación atea y que la religión católica tiene firmemente ocupados los lugares y los tiempos de las ciudades españolas. Una prohibición inexplicable en un Estado aconfesional.

Abril de 2011