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Necesitamos Sindicatos fuertes, grandes, éticos, austeros y solidarios.
España: 6.200.000 parados, y para seguir.
Es urgente construir la unión de todo el proletariado mundial, pero desde bases sólidas, convincentes y comprometidas, ya no con grupos o sectores más o menos grandes, sino con todo el mundo laboral. Veamos por qué.
Cada día que pasa está más y más claro que el mundo se está convirtiendo en el paraíso de lo ricos y poderosos, y en un infierno para el resto de la humanidad, incluida la Madre Tierra. El neoliberalismo capitalista lo está invadiendo todo. Hace años tenía un contrapeso en la URSS, en China y poco más. Ahora estos países se han vuelto fervientes capitalistas.
El fruto de un capitalismo sin freno ni contrapeso alguno, es el aumento de las injusticias, las desigualdades sociales cada vez mayores, la pobreza, la emigración, la inseguridad laboral, el paro masivo, los salarios cada vez más bajos y precarios, el recorte de servicios, la falta de toda ética social, la deslocalización empresarial, la fragmentación de las familias, los conflictos familiares, la explotación sin control de los recursos de la tierra; la avaricia lo decide todo.
Esto crea en grandes sectores de la población, incertidumbre, desánimo, impotencia, inseguridad, miedo al futuro, falta de esperanza, frustración en muchos jóvenes, desconfianza, indecisión para contraer matrimonio y más aun para tener hijos.
Pongamos un ejemplo concreto: Una empresa hasta hace tres años radicada en Gijón, de 32 trabajadores, con un ingeniero técnico al frente. Este y el dueño hacen un viaje a China. El dueño al regreso tiene claro que le sale mucho más barato fabricar las piezas en China y montar aquí los aparatos correspondientes. En consecuencia despide a 29 trabajadores. Se queda solo con el ingeniero y dos mecánicos. El ingeniero envía electrónicamente los diseños de las piezas a China. Recibe aquí las piezas y los dos mecánicos efectúan el montaje. Así ahorra 29 sueldos, paga mucho menos en seguridad social, gana mucho más que antes, tiene menos preocupaciones, ahorra conflictos laborales, etc. Pero 29 trabajadores quedan en el paro. Los obreros chinos, muchos adolescentes, trabajan como esclavos y cobran una miseria, y los 29 españoles cuando se les acabe el paro nada.
Casos como este estamos viendo casi a diario.
¿Quién puede poner freno y control a tanto dolor y sufrimiento como hay en el mundo actual? ¿A tanta injusticia, a tanto abuso, a tanta opresión, a tanto maltrato a la persona humana? Desde luego que los gobiernos no, pues cada vez los vemos más sometidos y escorados hacia los grandes empresarios, a los grandes banqueros, a las multinacionales, a los poderíos militares. Es el poder económico quien está gobernando el mundo, pero para una minoría que tiene cada vez más y una inmensa mayoría que tiene cada vez menos.
¿Solución a esto? Solo el proletariado mundial unido puede ejercer el contrapeso necesario capaz de reequilibrar las asimetrías tan brutales del mundo actual, fruto del neoliberalismo. Si los trabajadores de China, o las maquiladoras de Guatemala, o del Norte de África, o de cualquier otra parte del mundo, fueran capaces de exigir salarios justos y condiciones dignas de trabajo, ese empresario gijonés, no iría a fabricar a China, o Inditex, el Corte Inglés y Mango la India y a Bangladesh, donde pagan 0,88 ?? por jornada de trabajo de 12 horas. No habría deslocalización empresarial. La Suzuki no se marcharía de Gijón dejando aquí en el paro a varios cientos de trabajadores, porque las condiciones salariales y laborales serían muy parecidas en todas partes.
Crear conciencia de la necesidad absoluta de sindicatos poderosos, anticapitalistas, universales, fuertes, éticos, austeros y solidarios con todos los trabajadores del mundo, es sumamente urgente, y el único contrapeso posible al desequilibrio y la simetría cada vez mayores y nefastos que existen en el mundo actual.