El Parlamento portugués aprobó la semana pasada por amplia mayoría la realización de un nuevo referéndum sobre el aborto para suavizar la legislación vigente y despenalizarlo durante las 10 primeras semanas de embarazo. El referéndum, el segundo que se convoca en Portugal sobre la cuestión tras el de 1998, podría ser realizado a principios del próximo año, previa aprobación del presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva.
La propuesta establece que el aborto debe ser practicado, a petición de la mujer y en un establecimiento de salud legalmente autorizado y fue aprobada con el voto favorable del gobernante Partido Socialista, el Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) y el Bloque de Izquierda.
Votaron en contra los diputados del Partido Comunista Portugués y un parlamentario del PSD y se abstuvieron los diputados del democristiano Partido Popular (CDS-PP) y dos parlamentarias socialistas.
La pregunta que será presentada a los electores lusos es: ‘¿Concuerda con la despenalización de la interrupción voluntaria de la gravidez, si la misma es realizada por opción de la mujer, en las primeras 10 semanas y en establecimiento de salud legalmente autorizado?’
Alberto Martins, líder parlamentario del PS, presentó la propuesta y explicó que no se trata de ‘liberalizar’ el aborto, sino de que las mujeres puedan elegir, sin que sean condenadas por la ley.
La actual ley, de 1984, impone penas de hasta tres años a la mujer que se someta a un aborto ilegal y de dos a ocho al médico que lo practique, pero admite el aborto en las primeras 12 semanas en caso de violación o si hay riesgo para la vida o la salud de la madre.
El líder parlamentario del PS argumentó que esa formación política no ‘alienta’ que se realicen abortos y que se trata de colocar a Portugal en pie de igualdad con otros países miembros de la Unión Europea (UE).
Nuno Mello, del CDS-PP, dijo que los socialistas tratan de disfrazar la pregunta del referéndum, al mencionar que es una ‘interrupción voluntaria de la gravidez’ para eludir la palabra aborto y que su partido no tiene ‘miedo’ a que se realice el referéndum.
Por su parte, la diputada comunista Odette Santos argumentó que para cambiar la ley no hacía falta someterla a un referéndum, porque esa es una facultad del Parlamento, donde el PS tiene mayoría absoluta.
Según Santos, hasta la propuesta del límite de 10 semanas resulta ‘tibia y limitada’, pues en casi todos los países de la UE se pueden realizar abortos después de las 12 semanas.
El líder parlamentario del PSD, Luis Marques Guedes, explicó que votaban favorablemente, porque el referéndum permitirá ‘una discusión libre de la ciudadanía’ sobre un tema delicado.
Francisco Lousá, del Bloque de Izquierda, dijo que era hora de poner fin ‘a una ley cruel y criminal’ que permite que sean llevadas ante los tribunales mujeres de pocos recursos que realizan abortos ilegales, porque las que tienen medios económicos van a España, u otros países europeos.
El pasado 14 de octubre, el líder del PS y primer ministro luso, José Sócrates, defendió el ‘sí’ en el referéndum sobre la despenalización del aborto para acabar con su práctica clandestina y los juicios a mujeres que deciden interrumpir el embarazo.
La consulta sobre el aborto propuesta por el Gobierno portugués fue un compromiso de la campaña electoral de Sócrates, que presentó en 2005, tras su llegada al poder, otro proyecto similar pero no prosperó por cuestiones de fechas y procedimientos.
El referéndum, que podría celebrarse en 2007, será el segundo sobre la cuestión, después de que en 1998, en otra consulta, la legalización del aborto fue rechazada por un 50,91 por ciento, aunque con una abstención del 68,06, que invalidó la votación por superar la mitad del electorado.
El cardenal Patriarca de Lisboa, José Policarpo, declaró hoy que los obispos lusos, que aún no se han pronunciado, no aconsejarán la abstención.