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Pérdidas supermillonarias de varias congregaciones religiosas y del CELAM
Una firma colombiana llamada Interbolsa, empresa de valores, como otras tantas empresas corruptas, quebró a finales del año 2012. Y en su quiebra, arrastró cual corriente arrasadora, a 1.600 (mil seiscientas) personas, instituciones y/o empresas que le habían entregado sus capitales para multiplicarlos.
En ese desastre perdieron varias congregaciones religiosas.
La Universidad Santo Tomás de Aquino, de la Orden de Predicadores (O.P.), dominicos o dominicanos, “tasó sus pérdidas en más de $ 19.690 millones de pesos (el cambio pesos-dólar esta en $ 1.776 pesos. Es decir, 11.086.711 (once millones ochenta y seis mil setecientos once dólares).
Las religiosas Hijas de Jesús reclaman $ 2.784 millones, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) una cifra aproximada de $1.178 millones.
Además perdieron las Misioneras Recoletas, el Convento de Mojas Carmelitas Descalzas de Popayán y las Terciarias de la Provincia de san José.
Fuente. La información esta tomada del periódico El Espectador.Com. , del miércoles 30 de enero de 2012.
Papas, cardenales, obispos, sacerdotes, religiosas y religiosos, pastores de todas las iglesias protestantes, evangélicas y “cristianas”, han hecho juramento, promesa, voto o intención expresa de seguir a Jesús pobre, ese Jesús que nació en la pobreza y vivió en la pobreza, a tal punto que no tenía dónde reclinar la cabeza, y que sacó a los banqueros-negociantes-banqueros del Templo, a latigazos.
Algunas instituciones eclesiásticas son emporios de riqueza y otras “sencillamente” ricas, pero tienen la precaución de ocultarlas.
Con esas riquezas viven y gozan de una comodidad muy por encima del estilo de vida de millones de familias. Y cínicamente predican a Jesús pobre. Y aún más, no pagan impuestos. Y peor aún, algunas tienen doble contabilidad.
La relación de un alto número de instituciones eclesiásticas y de eclesiásticos con el dios-dinero ha sido una realidad que ha atravesado a las iglesias, a lo largo de la Historia, desde finales del siglo tercero y se acentuó bajo el emperador Constantino, en la segunda década del siglo cuarto.
En la Edad Media, la inquisición persiguió, enjuició, torturó y castigó hasta con la hoguera, a creyentes que criticaron las riquezas de los eclesiásticos, habidas inclusive con métodos nada evangélicos.
Italia y España. En la actual crisis europea, las instituciones eclesiásticas de Italia y de España han tenido un comportamiento nada humano y nada evangélico. Los gobiernos gravaron con más impuestos a la población y las instituciones mencionadas se opusieron a pagar impuestos. Al fin, la Conferencia de Obispos de Italia entró en razón y aceptó los impuestos. Pero la Conferencia Episcopal de España no ha querido pagar un céntimo de impuestos.
En este contexto vale la pena enumerar algunos hechos escandalosos:
Vaticano. Los escándalos del Banco para las Obras Religiosas (IOR). Antes llamado de manera sacrílega, Banco del Espíritu Santo. En la década de los ochenta, su director apareció colgado-ahorcado en un puente de Londres. El cardenal MarcinKus, ya fallecido, hizo parte de la corrupción del momento.
Vaticano. Ese mismo Banco, se ha prestado para lavar dinero, en los últimos años. Está bajo investigación de la entidad competente de la Unión Europea y de la Fiscalía del Estado de Italia. Ha tenido que firmar y cumplir rigurosos protocolos.
Vaticano. Huelga de trabajadores que exigían salarios humanos.
Vaticano. Inversiones ocultas en Londres, con los dineros que recibió del Gobierno de Mussolini, como indemnización por las tierras y propiedades de los llamados Estados Pontificios. Era de público conocimiento esa transacción pero no su forma de inversión, que estalló por un artículo del “The Guardian”, de Londres, en este mes de enero de 2013.
Arquidiócesis de Bogotá. En los años ochenta se conoció que la Arquidiócesis de Bogotá tenía acciones en la cadena de comidas rápidas Burger King. Un grafiti plasmó lo chocante de la situación con dos palabras impactantes: “Burger theology”.
Conferencia Episcopal de Colombia. En los años ochenta, la quiebra de las “Caja Vocacional”. Una institución financiada inclusive con donaciones de iglesias europeas, para sostener los estudios de seminaristas pobres. El sacerdote Director, con el flamante título de “monseñor” sin ser obispo, la convirtió en su caja menor. Varios obispos recibieron “regalos”. Monseñor Mahecha era muy apetecido por los clérigos por su “generosidad” a manos llenas. La Conferencia Episcopal tuvo que vender su sede de la Calle 26, donde queda hoy el INPEC (la institución que se ocupa de las cárceles). Además, golpear en muchas partes, para recoger dineros y pagar a cientos de damnificados.
Alemania. El año pasado hubo escándalo porque varias diócesis tenían inversiones en una casa editorial que imprimía literatura pornográfica.
Brasil. Seis pastores entraron en la lista Forbes, por super-ricos. Esa lista da razón de las pocas personas multi-millonarias, en el mundo. Los diezmos y primicias son un buen negocio.
La cuestión de la Iglesia Pobre sigue vigente.
¡Cómo pueden las autoridades eclesiásticas criticar de verdad y a fondo el sistema capitalista, y su versión más inhumana, el neoliberalismo, si sus riquezas hacen parte del mismo sistema!
¿Para qué seguir emitiendo el voto de pobreza, si no existe en la vida diaria?
Bogotá, Colombia, Enero 30 de 2013