Me quedo con la impresión de que esto de los “pobres” se ha convertido en un elemento más del inmenso decorado que es la Navidad en nuestra sociedad. Como el belén, el árbol, las luces y las bolitas. Cuando escucho en Navidad a famosos deportistas que cobran sueldos de escándalo decirnos lo impresionados que están por el sufrimiento de los niños de Alepo; cuando veo cenas masivas de “pobres” organizadas por instituciones civiles y eclesiásticas (ahora ya no basta “sentar un pobre a la mesa” navideña, sino que hay que sentar a 300 o 400 para que la cosa tenga eco mediático); cuando “desembarcan” jerarquías de todo tipo en las cárceles para “visitar” a víctimas de injusticias silenciadas y/o consentidas, cuando… ··· Ver noticia ···