POBRE PAPA. Franz Wieser (Perú)

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Primero desairaba a los musulmanes ? luego a los indígenas de América. Desilución y protestas pasan por la Agencias.
La primera reacción crítica entorno a las expresiones de Benedicto XVI viene del lado de los indígenas del continente. Desmienten la supuesta ?iglesia santa e incorruptible?? que sí cae bajo el término ?ideologías?? criticadas por el mismo Benedicto.

Démosles a las siguientes apreciaciones del Papa el calificativo benigno de ?ignorancia.?? Dijo: ?…el anuncio de Jesús y de su Evangelio no supuso en ningún momento una alienación de las culturas precoloniales ni fue una imposición de una cultura extraña??. ?Cristo era el Salvador que (los indígenas de América) anhelaban silenciosamente.??

La imposición de la religión cristiana, bajo el manto cultural y filosófico griego-romano, a la fuerza de espada y cruz, es un hecho histórico, y no solamente en el siglo XVI. Arrancó ya desde Constantino y pasó por toda la Edad Media a menudo con una crueldad repugnante.

Este espíritu de la ?Iglesia incorruptible??, radicalmente opuesta al del Evangelio de Jesús, no ha de todo desaparecido hasta hoy. Prueba de ello es el recurso de la Iglesia oficial para que el poder civil penalice comisiones que van contra sus principios morales como, por ejemplo, el aborto en los primeras semanas de gestación. ¿No le basta al Papa y a sus incondicionales que sus fieles estén libres de practicarlo o no? ¿No se trata también en estos casos ? como en tiempos de la inquisición ? querer servirse del brazo punitivo del Estado, para conseguir lo que no se confía a la convicción, o a la fe???

Tocamos con esto la triste realidad de un ?Jesús de Nazaret – un secuestro que dura demasiado?? (Título de la obra de Manuel Porlán).. Ahí tocamos el mal mayor de ?nuestra?? Iglesia clerical que no puede, así como está, referirse a Jesús, el buen pastor. Este va delante de su grey, y los suyos le siguen libremente Si hablamos de ?proselitismo agresivo??, este tipo de iglesia era y es campeón en esto. La apariencia apoteósica de la visita del Papa mismo se puede inscribirse en esta tendencia.

Cuando Pedro, el primer ?Papa?? (no se dejen llamar padre) no admitía que el centurión romano se arrodille delante de él, ¿no sabía que era ?representante de Dios en la tierra?? y no un ser humano como cualquier? Para esto a Pedro le faltaron las inspiraciones posteriores por gracia de los cesares romanos, para haberse arrodillado ante estos.

Es cierto, para los antepasados americanos como para todos los pueblos del mundo, un hombre como Jesús ?era anhelado silenciosamente??; pero no un Cristo a caballo, rodeado por uniformados o un Cristo pasando por las calles de la metrópolis en un papamóvil y escoltado por un cordón de miles de agentes de seguridad. El Cristo anhelado por las masas empobrecidas, muy al costado del apoteósico espectáculo de la visita del Papa, no gozaba de las emociones y aplausos de las masas. Jesús rehusaba la tentación de flotar desde las alturas del templo, porqué la verdad no requiere el maquillaje de títulos altisonantes, de sotanas, mitras y largas capas, para acreditarse. Se acredita ? según Jesús ? por los frutos. Es el fermento silencioso en la vida diaria lo que cambia la masa. ?Y no los que gimen: Señor, Señor, entrarán al reino de los cielos, sino aquellos que h a c e n la voluntad de Dios.??

Una evangelización que se agota en palabras y no se encarna, no convence. Lo mejor que se les puede recomendar a la gente: ?Hagan lo que les dicen, más no imiten sus ejemplos.?? El Papa alemán conoce el dicho: Worte belehren, aber Beispiele ziehen hin. (Palabras instruyen, pero ejemplos atraen). El pueblo requiere ejemplos de auténtica fraternidad, sin paternalismos, jefaturas y maestros infalibles, exactamente como Jesús les recomendaba a sus seguidores, dicen antecesores de los sucesores los obispos.

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