¿Pesimistas? ¿Por qué? -- Jaime Richart

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Cierra los ojos y ponte cerumen en los oídos. Rodéate de una alta empalizada para aislarte de todo cuanto de nega­tivo, de miserable, de amenazador y de aniquilador te llegue de lo que hay so­bre la faz de la tierra.
No prestes atención ni a tu salud, ni a tus problemas perso­nales; tampoco a las enfermedades y problemas de quienes son tu familia, ni a los de tus amigos…

Ignora los incendios de los bosques, la de­gradación de los ma­res, de los ríos, de los lagos, de los humedales, y de la biosfera en gene­ral.

Nunca mires al cielo preocupado por la falta de lluvias. Espera sólo al momento de que el agua no salga del grifo.

No te resientas por el sufrimiento de millones de semejantes desconocidos por falta de alimentos y de agua, por falta de un techo, por enfermedades atroces o por el trato vejatorio y humillante que unos reci­ben de otros.

Líbrate de prestar atención al su­frimiento de los animales por motivos diversos y espe­cial­mente los cau­sados por la crueldad del ser humano.

Mira a otra parte cuando los presencias o cuando sepas de los abusos de las bestias humanas sobre las personas, ni te preguntes el por qué de las guerras y espe­cialmente el por qué de las guerras de saqueo disfrazadas de excusas; ni pienses en la mutilación en ellas de niños, de jóvenes, de mujeres, de ancianos, y de familias enteras.

Ni se te ocurra pensar en la muerte,…

No pienses en nada de todo eso, y vivirás feliz, encantado de la vida aunque tu categoría biológica te sitúe cerca de la de una rata de al­cantarilla.

Si todo eso lo haces así, nadie te acusará de pe­si­mista: el peor insulto que en el siglo XXI aparece en cualquier manual de autoayuda, y por supuesto el que puedes recibir de la inteligencia artificial…

3 Agosto 2004