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Teresa de Cepeda, Teresa de Jesús, en el capitulo 1 de las «moradas cuartas» de su libro LAS MORADAS llama a la imaginación «pensamiento tortolito» (n 8), la compara con «esas mariposas de las noches, inoportunas y desasosegadas que acaban por apagar la candileja y dejar a oscuras la celda» (n 17.6) y aconseja que «no se haga caso de ella mas que de un loco, sino dejarla con su tema» (17.7).
El Juzgado de Instrucción 6 de los de Sevilla ha dictado auto el 20 de diciembre de 2013 acordando que se sigan los tramites del procedimiento abreviado en el llamado caso de la venta de terrenos de Mercasevilla, también concurso SANDO.
Cuando ingrese en la Facultad de Derecho de la Universidad Central, en el neolítico, el catedrático de Romano, don Juan Iglesias Santos, me enseñó que los jueces, el pretor, cumplían cuando se producía un intercambio entre los ciudadanos y él formulado así: da mihi factum, tibi dabo ius (dame hechos, te daré el derecho).
Con tal ánimo afronté la reposada lectura de los cuarenta folios del auto pues uno de los imputados es un viejo sindicalista, luchador por la democracia y las libertades, combatiente contra el liberalismo salvaje que padecemos, hacedor de políticas sociales realistas y buena gente, dicho en sevillano del común.
Ni un solo hecho consistente, mostrenco, constatable, medido, con referentes de lugar, ejecución, consecuencias, encajable o subsumible en tipos penales definidos he encontrado en los cuarenta folios del auto. Non est nec uno. Reto a cualquier ciudadano de este hermoso país a que lo lea y encuentre hechos concretos en los que el político municipal comunista al que me refiero haya tomado parte de modo torticero o delictivo comprobable. Le invito a que me escriba narrando un solo hecho con fechas, datos, acciones, testigos, lugares, documentos, pruebas de convicción que aparezca en el auto.
¿Qué hay si no se citan y describen hechos cometidos por el político imputado? Hay literatura de fantasía similar a la de algunos redactores de gaceta sevillana que citando fuentes solventes de gargantas profundas diseñan conspiraciones colombianas para atacar «la Borriquita» el próximo domingo de Ramos. Dostoyevski, produciendo sin descanso fascículos para pagar sus deudas de juego al regresar del campo de destierro en Siberia no lo hubiera hecho mejor.
Los aristotélicos defienden las causas, las concausas y sus efectos concatenados. Dado que la Administración de Justicia no es el Motor Inmóvil, y tampoco la Causa de las causas, he de admitir que no hay casualidades en las resoluciones y decisiones judiciales. Desde 2009 rueda que rueda, como la cabeza de la tornera en la copla de «la alacena de las monjas» de Carlos Cano, la imputación del sindicalista denunciado por un exjuez, hoy alcalde de la ciudad, que había votado lo mismo que él en los órganos competentes sobre Sando y su concurso. La imputación, se produjo, justo en plena campaña electoral en la que el magistrado excedente denunciante era candidato de un partido en las antípodas del político cuya exposición en la picota imputativa, contribuyó a una notable perdida de votos y escaños de ediles de la formación a la que pertenece, amen de condenar le a una pena de banquillo y desprestigio que ahora se demuestra huera de hechos y carente de apoyo material imprescindible. Como ciudadano de un país libre tengo derecho a rechazar con todo vigor esta manera de utilizar el castillo de San Jorge para empalar a adversarios.
Así pues imaginación. La resolución jurisdiccional derrocha imaginación, pensamiento tortolito. ¿Qué hacemos? Teresa de Cepeda lo indica con su estilo directo: «no se haga caso de ella mas que de un loco, sino dejarla con su tema» (17.7). Y ¿por qué? Pues porque al fin de la jornada de recursos y procesos derivados de la resolución se demostrará que es no otra cosa que: » mariposas de las noches, inoportunas y desasosegadas que acaban por apagar la candileja y dejar a oscuras la celda».
Factum et ius es lo que necesitamos. Hechos y derecho es lo que necesitamos. No a Harry Potter.