En un continente recientemente marcado por el sufrimiento y el dolor causado por las catástrofes naturales queremos que los jóvenes nos muestren el camino para la construcción de una tierra más habitable para todos, una tierra de solidaridad y de paz. La peregrinación de confianza para una tierra de hermanos, en el contexto de las fiestas del Bicentenario, quiere ser un espacio en que nos detengamos para encontrarnos en el silencio, la oración, la reflexión e intercambio.
¿Qué queremos vivir en la peregrinación de confianza para una tierra de hermanos?
– Caminar juntos hacia las fuentes de la fe y así prepararse para asumir responsabilidades en nuestra sociedad.
– Reconocer a los jóvenes como protagonistas en la iglesia y en la sociedad.
– Fortalecer y generar lazos de comunión con los hermanos del continente.
– Vivir la alegría de estar juntos a través de la hospitalidad dada por las familias chilenas de Santiago.
– Descubrir la belleza de una comunión con Dios celebrada en las oraciones comunes.
– Descubrir iniciativas que procuran dar un rostro más humano a la sociedad.
– Tener momentos de reflexión bíblica y ver la implicación de la fe en temas sociales, culturales o artísticos.
En palabras del hermano Alois de Taizé:
Todos nosotros sentimos que existe la necesidad de grandes cambios en nuestro mundo. Las estructuras de nuestras sociedades y los modelos de pensamiento de ayer se revelan como inadecuados e insuficientes para que las personas y los pueblos puedan vivir juntos en paz.
Pero también descubrimos que el cambio necesario no ocurrirá sin un cambio del corazón humano. ¿Cómo sentar las bases de un sistema más justo y humano mientras algunos continúan acumulando riquezas en prejuicio de los demás?
Quisiéramos que el encuentro de Santiago nos permita comenzar o profundizar dicho cambio de corazón.
Hermano Aloís