Pagola leído por latinoamericanos -- Gabriel Sánchez (Uruguay)

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A partir de una lectura empática, pero totalmente alejada de ficciones o fantasías, Pagola concluye, como muchos otros autores y autoras contemporáneos que el Maestro de Galilea, el Profeta de la Compasión, propone una relación con la mujer distante y diferente de la vigente en su medio entre Maestros Judíos y mujeres?? una relación basada en la igualdad y en el respeto, una relación que propone reubicar social y sobre todo religiosamente a la mujer:

Veamos algunos apartes de sus conclusiones en torno a este tema, que pueden iluminar lo que planteo:
?Estas mujeres que siguieron a Jesús hasta Jerusalén tuvieron una presencia muy significativa durante los últimos días de su vida. Cada vez hay menos dudas de que tomaron parte en la última cena. Por qué iban a estar ausentes de esa cena de despedida ellas que, de ordinario, comían con Jesús ?…
?La reacción de los discípulos y las discípulas ante la ejecución de Jesús fue muy diferente. Mientras los varones huyen, las mujeres permanecen fieles y a pesar de que los romanos no permiten ninguna interferencia en su criminal trabajo, asisten desde lejos a su crucifixión y observan más tarde el lugar de su enterramiento??

?La presencia de las mujeres en el grupo de discípulos no es secundaria o marginal. Al contrario. En muchos aspectos, ellas son modelo del verdadero discipulado???? (3).

Carmiña Navia Velasco
Profesora Titular
Escuela de Estudios Literarios
Universidad del Valle
Colombia
http://www.amerindiaenlared.org/biblioteca/libro.php?id_libro=337
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Me parece que es importante comenzar con un preámbulo, muchas veces sobre los acontecimientos históricos nos son esquivo, cuanto más el sentir de ese personaje histórico, conciente de las limitaciones de los análisis históricos, cuyos criterios han mutado muy rápidamente en los últimos años, no obliga a decir que es imposible abonar la tesis de que con un estudio histórico es posible reconocer a Jesús Nazareth??que siempre nuestra conclusión tendrá un ingrediente subjetivo, que tiene que ver para los creyentes cristianos con un a priori necesario, y esa es la relación personal y comunitario con Jesús resucitado, esto nos determinará apriorísticamente??llevamos dentro de nosotros, el rostro de Jesús, sin embargo, la investigación histórico, ha ido, en el sentido de abonar algunas cuestiones que hoy son reconocidos universalmente como las verdades más probables. Por esto que al abordar un aspecto del Jesús del Padre Pagola que la Profesora Navia ha abordado en un ágil y refrescante texto y publicado por amerindia?? http://www.amerindiaenlared.org/biblioteca/libro.php?id_libro=337

No intentamos analizar, como lo hiciera la profesora el texto del P. Pagola, sino desarrollar una de sus conclusiones, que hace a la presencia de Maria y las mujeres que acompañaban a Jesús en la última cena.-

La aquí se puede definir con una pregunta a responder como un desafío?? ¿Eran las mujeres del grupo de Jesús, que rol jugaban en el mismo?

Voy para desarrollar este tema, de servirme de la información que nos dan los mismos evangelios?

Nos anoticia mateo, que junto a la Cruz, había muchas mujeres??las que habían seguido a Jesús y como bien dice Pagola nos demuestra una actitud realmente muy diferente a la de los discípulos varones que escapan y salvo a Juan, desaparecen.-

Lo interesante que esto nos demuestra que un argumento muy usado, de que las mujeres, no compartieron sus momentos más importante y que solamente los hombres de las comunidades y en particular algunos, habrían sido los únicos que compartí rieron sus momentos más importantes, queda muy debilitado, ellas estuvieron en sus momentos culminantes, crucifixión y resurrección??la pregunta es ¿Por qué no estaban en la última cena?

El capitulo ocho de Lucas (Lc. 8, 1-3), nos anuncia que junto a los doce?? (Que cada vez se parece más un número simbólico que real-las doce tribus del Pueblo de Israel), sin embargo alguna lectura, ha creído ver la clave, en el hecho remarcado por el evangelista de que le servia con sus bienes??Lo cierto que sabemos que algunas de las mujeres que nombra eran esposas de personas pudientes, pero recordemos que las mujeres en general no eran dueñas de bienes y mucho menos podían disponer con liberalidad de los mismos, sin la tutela del Esposo??por lo que parece poco probable que su presencia entre los que anunciaban el Reino, fuera únicamente el ?servir con sus bienes??, entre otras cosas, porque las mujeres como dijimos, no eran titulares de bienes??entonces aque ?bienes?? se refería??¿Tal vez a aquellos que les son inherente, capacidad de comunicar, el Reino?

Es difícil pensar que Jesús hubiera reducido a las mujeres a cocinar??parecería más factible pensar, que ellas como los discípulos varones, predicaban junto a Jesús el Reino??

Lucas en su capitulo XXIV (Lc. 24,22-24), nos relato un acontecimiento muy ilustrativo sobre el papel de la mujer en la comunidad y en la relación con Jesús Resucitado??obsérvese que la versión de Jerusalén, una de las traducciones más reconocidas, nos cuenta como las mujeres vieron a los ángeles y tuvieron la Fe, como para afirmar la resurrección y los hombres del grupo, nada vieron??

Tal vez a la dureza de corazón y falta de fe de los varones se deba el reproche del Resucitado dirige a Tomás porque has visto has creído, dichosos los que no ha visto y han creído (Jn 20,29). Porque la actitud de los discípulos después del anuncio de las mujeres (Jn 20,18), es de no haber creído (Jn. 20,19), porque permanecían encerrados por miedo??de eso Lucas nos informa con más extensión en Lc. 24,11??

Ahora bien huyeron en la crucifixión, incluso le negaron (Jn 13,38), las mujeres estuvieron allí en los momentos más duros, fueron las primeras en verlo resucitado y creer??a los hombres les costo y aún después del anuncio de las mujeres, sentían miedo y estaban encerrados?? ¿Es pues plausible pensar que las mujeres no estaban en la última cena de Jesús???¿incluso es coherente pensar que su Madre, especialmente, no iba estar, junto a las otras mujeres al pie de la Cruz, o en su última cena en la tierra?
Parecería que no se trata de dar su verdadero lugar en la Iglesia a la mujer, sino de convertirnos a la comunidad que Jesús quiere que seamos, la comunidad de sus discípulos.-

(Información recibida de la Red MUndial de Comunidades Eclesiales de Base)