En el A.T se decía: “no hagas ésto, porque si lo haces, te condenarás” En el Reino se nos dice:”Si vives de esta manera serás feliz
1.- Jesús fue un laico, que no fundó templo alguno, ni levantó altares, ni organizó un estamento sacerdotal, ni impuso ayunos y privaciones ascéticas, ni exigió norma alguna, ni dispuso ceremonias rituales o purificaciones sagradas.
Jesús fue un hombre profundamente religioso y al mismo tiempo poco ejemplar con las prácticas religiosas. Jesús hablaba de un Reino que ponía patas arriba el orden social y político establecido. Por ese motivo fue visto como un subersivo y los dirigentes religiosos decidieron que era necesaria una muerte que sirviese de advertencia para todos y así lo consiguieron de Pilatos.
2.- Para explicar y comenzar a hacer presente el Reino Jesús “ fue caminando de pueblo en pueblo, de aldea en aldea, anunciando el Reino.” Y lo hace situándose en las aldeas que rodean al lago de Genesaret, el Israel más pobre y maltratado por los poderosos, donde se sufre con mayor rigor los efectos de la opresión. Habló del Reino como una buena noticia para todos. Fue la causa a la que dedicó su predicación, su tiempo, sus fuerzas y toda su vida. Fue el núcleo central de su mensaje, La pasión que anima toda su actividad. Es la clave para entender su persona y su mensaje. La ley y los profetas llegaron hasta Juan Bautista, con Jesús comienza en la historia de la salvación la nueva época de Reino de Dios.
3.- Para hacerlo realidad nunca pensó en un centro de poder ni en una estrategia de tipo político. No optó por formar un grupo como el de los escenios, los monjes de qumrán o los celotas.. Dijo que no viene de forma espectacular, sino que es algo que ha llegado, que está aquí. Se abre camino como la levadura, como la luz de la vela, es el tesoro escondido que algunos han descubierto. No tiene nada que ver con la religión establecida, ni con la torá, ni con normas morales, ni con verdades absolutas. Lo hacemos presente uno a uno, cada uno de nosotros con nuestro modo de actuar. Cuando hacemos realidad el Reino, estamos construyendo ese otro mundo posible, esa sociedad alternativa en la que soñamos. Se desarrolla allí donde está la vida real, la convivencia ciudadanía, en todas las circunstancias y lugares en que cada uno se desempeña. Es algo individual, pero de unas consecuencias sociales y políticas radicalmente subversiva..
4.- Entrar en la dinámica del reino exige una nueva forma de ver a Dios y en una nueva ética de comportamiento personal y colectivo. El Reino se hace presente cuando vemos a Dios con los parámetros que Jesús nos enseñó y actuamos con los demás con la compasión con que él actuó con los que le rodeaban. Se va gestando allí donde ocurren cosas buenas para los pobres y los que sufren dolor, injusticias, opresión, allí donde se va echando una mano amiga a aquel que lo necesita.
5.- El Dios de Jesús no es el Dios creador, dueño y señor de todo, soberano absoluto, señor de todos los pueblos. No es el Dios que manda cosas malas a los hombres, que imponen normas y preceptos, que exige, que condena, que castiga, El Dios de Jesús es un padre que nos ama con ternura y nos ama “porque sí”, no por nuestros méritos, que nada malo puede venir de él, y que ama más a los que más sufren.
6.- La actitud que nos define a Dios es la compasión. Ese removerse las entrañas al ver sufrir o pasarlo mala otro. Lo que él desea es que todos tengamos vida en abundancia, que quitemos dolor, opresión, esclavitud, que seamos felices y trabajemos que hacer más felices a los que viven junto a nosotros. El no quiere gente sumisas y obedientes, – la obediencia no es virtud evangélica- sino gentes críticas y luchadoras con todo lo que hace un mundo con menos justicia y menos paz.
7.- Dios se funde y se confunde de tal modo con el hombre, que no tenemos otra forma de religarnos con Dios que a través del hombre. Lo que hacemos a éste se lo hacemos al mismo Dios. No podemos en nombre de Dios hacer cosas que humillen, mermen la autoestima, haga sufrir a otro.
8.- Jesús proclama que el Reino ha llegado curando enfermos, echando demonios, aliviando sufrimiento, liberando de todo aquello que impide vivir de manera digna y dichosa. Los milagros que se nos narran en los evangelios, hay que verlos, más que como un hacer mágico y portentoso, que hace Jesús para mostrar su poder o su autoridad, como signos o viñetas para indicar la dirección en la que hay que actuar para hacer presente el Reino.
9.- La clave de la ética del Reino no es la observancia religiosa, ni el cumplimiento de unas normas, es la compasión, la sensibilidad ante el sufrimiento de los demás, el estar atento a las necesidades de los otros. Es un pasar de la ética del deber, a la ética de la necesidad. De la ética de cumplimiento, a la ética de la felicidad. En el A.T se decía: “no hagas ésto, porque si lo haces, te condenarás” En el Reino se nos dice:”Si vives de esta manera serás feliz”
10.- El objetivo que se persigue en el Reino no es la fidelidad a los que está mandado o prohibido por los que están en el poder -que con frecuencia actúan según sus intereses o de la institución- ni siquiera lo que dicta mi conciencia. En la ética del Reino para saber si una cosa es buena o mala, tengo que mirar “el rostro” de quienes se cruzan en mi camino. Es bueno lo que me hace más feliz y hace más feliz a lo otros. Es bueno todo lo que contribuye a que haya menos sufrimiento, menos opresión, más justicia, más libertad, hacer realidad los derechos humanos.
11.- En nombre de Dios no me es permitido hacer discriminación alguna por razón del sexo, de la etnia, de la religión, por ser mujer, estar divorciado, ser homosexual, madre soltera etc. No me es permitido en nombre de Dios hacer cosas que humillen, mermen la autoestima, haga sufrir física o moralmente a otro, sean las circunstancias que sea.
12.- El Reino supone un nuevo modelo de convivencia en la que hay que terminar con el odio entre los vecinos, superar la ley del talión, contener la agresividad ante el que te humilla golpeándote la cara, hay que comprender incluso que el que te ha robado tu manto, urgido por la necesidad, tal vez necesite también tu túnica, hay que evitar a toda costa caer en la espiral del endeudamiento.
13.- En el Reino tiene que haber siempre, sin embargo, una discriminación positiva con los que les ha tocado pasarlo peor. Son los preferidos de Dios, no porque sean mejores o peores, sino porque están sufriendo y son los que más ayuda necesitan para salir de su situación.
14.- Bienaventurados los pobres, los que lo estáis pasando mal, sois los preferidos de Dios, porque Dios no quiere vuestra pobreza y vuestro sufrimiento y ha llegado el día en el que los hijos del Reino no van a tener otra preocupación más importante que ayudaros a salir de vuestra pobreza y aliviar vuestro sufrimiento y conseguiros una vida más digna. Nos pierde más que el mal que hemos hecho, el bien que hemos dejado de hacer a aquellos que encontramos en nuestro caminar que de algún modo nos necesitaban.
15.- La moderna preocupación por las víctimas es, no solo el gran estreno antropológico de nustro tiempo, sino además el gran motor que, sin darnos cuenta de lo que realmente está pasando, nos aceca y hace realidad el Reino de Dios predicado por Jesús
Mt- 11-4,6 Id y decirle a Juan lo que habeis visto…
Trozos escogidos del capítulo dedicado al Reino de «Jesús» de Pagola.y «Ética» de Castillo.