La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea expresaron hoy su ‘preocupación’ por la eventual eliminación de la figura del aborto terapéutico de la legislación nicaragüense, que data de más de cien años. En una carta dirigida al presidente de la Asamblea Nacional de Nicaragua, Eduardo Gómez, los representantes de la ONU y la UE en este país manifestaron su preocupación tras un dictamen a favor de eliminar esa figura.
La Comisión de Justicia del Parlamento recomendó la semana pasada eliminar de la legislación nicaragüense el aborto terapéutico.
Ese dictamen será discutido mañana por el plenario del Parlamento, en medio de diferencias entre religiosos, que la apoyan, y grupos de la sociedad civil de mujeres y asociaciones de médicos, que la rechazan.
La ONU y la UE sugieren que ‘dado que es un asunto altamente sensible que afecta la vida, la salud y la seguridad jurídica de las mujeres nicaragüenses’, ese tema no debería ser discutido en estos momentos, a escasos días de las elecciones generales del 5 de noviembre.
Proponen, más bien, promover encuentros conjuntos para consultar, dialogar y hacer una reflexión profunda y no apresurada, antes de la ‘decisión final’.
‘En ese sentido, subrayamos que puede contar con nuestra cooperación’, agregan en la carta los representantes de las Naciones Unidas y Unión Europea.
La ONU y la UE recordaron además que los derechos humanos de las mujeres es un principio recogido en la Constitución de Nicaragua, así como en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención Americana sobre los Derechos Humanos.
También en la Convención Internacional sobre Población y Desarrollo (1994), la IV Conferencia de la Mujer en Pekín (1995) y sus consecuentes ratificaciones regionales, todos compromisos asumidos soberanamente por Nicaragua.
La misiva está suscrita por Alfredo Missair, coordinador residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la jefa de la delegación de la Comisión Europea para Centroamérica y Panamá, Francesca Mosca.
También la firmaron los representantes de la OPS-OMS, UNICEF, UNFPA, FAO, PMA, así como embajadores de países europeos y el jefe de la cooperación de Canadá, Kerry Max.
La decisión de eliminar el aborto terapéutico de la legislación nicaragüense responde a presiones de jerarcas de las iglesias católica y evangélicas de este país centroamericano, que aseguran que detrás de esa figura se encubren abortos ordinarios.
Los religiosos encabezaron el 6 de octubre pasado una marcha multitudinaria desde la Catedral de Managua hasta el Parlamento, en donde entregaron a los diputados 290.000 firmas que respaldaban la eliminación de esa figura.
El Código Penal vigente faculta practicar el aborto terapéutico, que ‘será determinado científicamente, con la intervención de tres facultativos por lo menos, y el consentimiento del cónyuge o pariente más cercano a la mujer, para los fines legales’.