Enviado a la página web de Redes Cristianas
(sintetizó Benjamín Forcano)
?? Sintentizado, presento parte del pensamiento sorprendente de Yubal Noah Harari , autor de SAPIENS (50ª edición).
El flujo de nuestra mente se halla estrechamente interconectado con las sensaciones corporales. Entre nuestro yo y el mundo siempre hay sensaciones corporales, nunca reaccionamos a los acontecimientos del mundo exterior, sino a las reacciones inmediatas de nuestro propio cuerpo.
Observa y pregúntate, cuando estés enfadado, qué sensaciones atraviesan tu cuerpo. ¿Cómo sientes la ira? Fíjate no en el objeto que provoca la ira sino en la realidad sensorial del enfado.
1.El origen del sufrimiento está en las pautas de la propia mente. Cuando no ocurre algo que quiero, mi mente genera sufrimiento.
2. Aprenderás si te limitas a observar la realidad tal como es. ¿Cómo es de verdad la realidad? Si lo meditas, llegarás al encuentro con la realidad, la meditación te proveerá de concentración y claridad.
3.Para cambiar el mundo, es necesario actuar y organizarse. Pero, es más fácil lograrlo cuando entendemos cómo debemos proceder con nuestros temores, prejuicios y complejos. La meditación es un buen utensilio para captar los misterios de la mente humana.
4. Puede resultar un contrasentido el afirmar que la ciencia no dispone de herramientas eficientes para esto. Es en la mente, no el cerebro, donde se da el reflujo de experiencias subjetivas como el dolor, el placer, la ira y el amor.
No es el cerebro quien las genera , es la mente que no depende causalmente del cerebro. Aun cuando la mente surgiera del cerebro, son cosas distintas. Los dispositivos del microcospio y potentes ordenadores no pueden afirmar que esas experiencias provienen del cerebro ni podemos verlas en la mente. Podemos acceder tan solo a nuestra propia mente, a la de los demás sólo parcial y limitadamente. Podemos ayudar, avanzar, mejorar, liberar pero sólo con informes de segunda mano.
5. Para ser antropólogos científicos de confianza, hemos de saber observar las culturas humanas de manera metódica y objetiva.
6.Lo único que podemos observar -aunque con dificultad-, es nuestra propia mente humana. Un adiestramiento antiguo, que viene de las Religiones, de la Mística, es la meditación. Pero, no tiene por qué ser una práctica religiosa. Hay que dejar las discusiones fiolosóficas y atender a nuestra práctica y conducta real diaria, que nos permite observar las sensaciones corporales y reacciones mentales de manera continua y objetiva y así descubrir las pautas de la mente.
Ir y observar la realidad, no cosas especiales – embelesos, arrobamientos, éxtasis,??- sino sensaciones prosaicas : calor , comenzón??La meditación es un instrumento para observar directamente la mente. La mente y el cerebro ?dos túneles- que acabarán por encontrarse. La mente es muy salvaje y necesita tiempo y calma para entrenarse. Lo importante es comprender nuestra propia mente. Nunca fácil la observación de uno mismo. Hemos hecho y descubierto relatos cada vez más complejos sobre nosotros mismos. Han servido para unir, acumular poder y preservasr la armonía social.
La exploración abierta, muy peligrosa, puede ?es su amenaza- socavar el orden social.
Tecnológicamente, hemos evolucionado pasando de los cuchillos a los missiles nucleares, ¿Serán los algoritmos los que decidan sobre nosotros mismos y lo que debemos saber sobre nosotros mismos?
Hagámoslo ya: pongámonos a investigar quiénes somos en realidad. El desafío: anunciar, vivir y expresar lo que somos.
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