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Celia lo ha pasado muy mal durante casi dos años hasta que finalmente, con el apoyo de Stop Desahucios Granada 15-M, ha conseguido frenar la subasta de su piso, amenazado por Bankia a causa de una deuda de algo más de 24.000 euros. La puja fue parada “in extremis” cuando faltaban tan solo unos días para que la vivienda saliese a la venta pública.

Ahora la sonrisa de Celia Fernández Adranik se ha hecho más serena y permanente en su rostro, evidenciando que tras esos casi veinte meses de angustia, se encuentra mucho más tranquila y relajada después de firmar el acuerdo de reestructuración de su deuda hipotecaria exigido a Bankia por los negociadores de la Asamblea de Alfacar de Stop Desahucios Granada 15-M.

Estos ventajosos acuerdos incluyen una carencia de 5 años durante los que Celia -que está en paro y aún sufre las secuelas de una dura crisis de salud-, pagará tan solo 20 euros mensuales al banco, frente a los más 200 que este le obligaban a desembolsar con anterioridad.

El acuerdo de reestructuración firmado también incluye una ampliación a 40 años del tiempo de amortización de la hipoteca lo que, una vez concluya la carencia, repercutirá beneficiosamente para ella, en los pagos que deberá efectuar mensualmente. Estas mensualidades rondarán los 100 euros aproximadamente, hasta que se cancele el total de la deuda que, con la incorporación de los atrasos y costas, se acerca a los 29.000 euros.

Las angustiosas vicisitudes de Celia con su hipoteca en Bankia comenzaron con un grave y costoso problema de salud que la obligó a dejar su trabajo como directora de una academia de danza, lo que provocó la perdida de los únicos ingresos con que contaba. A pesar de ello Celia continuó buscando dinero para pagar puntualmente su hipoteca. Pero llegó un momento en que no pudo más y el banco comenzó a acosarla con llamadas y cartas amenazantes, lo que agravó la salud de la joven.

En esa situación y con el temor de perder su casa, Celia acudió a Stop Desahucios Granada, que presiono y negoció con Bankia hasta reconducir la deuda a este beneficioso acuerdo para la joven.

Celia Fernández es profesora de baile, es divorciada y tiene una hija. Compró su piso de VPO hace 11 años en las proximidades de Almanjayar. Tras una década de puntuales pagos a Bankia, este banco pretendía arrebatarle la vivienda porque la joven no pudo hacer frente a los últimos pagos, que se acumularon hasta alcanzar una deuda de algo más de 5.000 euros. A consecuencia de estos atrasos, este banco, rescatado con dinero público, buscaba quedarse con la vivienda dejándola en la calle.