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La Audiencia Nacional ha rechazado la petición de nacionalidad española a un inmigrante nigeriano, llegado a España en 1997 y con diez años de trabajo por cuenta ajena, por afirmar en un examen para comprobar el grado de integración, que Zaragoza tenia playa, que Goya era una estación de metro y que el sistema político de España era la república.
No sé a ustedes, pero a mí las respuestas de este nigeriano me parecen muy coherentes y acertadas y, por tanto, le daría un aprobado. Veamos: que Zaragoza tiene playa, no lo dudo, aunque solo sea fluvial; que Goya es una estación de metro, es una verdad incuestionable; que el sistema político de España es una república, pues no lo es, pero debiera serlo.
La Audiencia Nacional también ha rechazado la nacionalidad española a un ciudadano ecuatoriano residente en Almería desde 2006 y que sufre un 67 por ciento de discapacidad psíquica. Que ¿por qué se la han rechazado? Por lo visto, por el desconocimiento de cuestiones tales como quién es Mariano Rajoy o cuál es la capital de Andalucía, y porque tener en cuenta la minusvalía psíquica supondría una forma de discriminación positiva.
Todavía no tengo reconocida ninguna discapacidad y, sin embargo, también yo tengo dificultades para dar respuesta a alguna de estas preguntas. Por ejemplo, si me preguntaran quién es Mariano Rajoy, yo también tendría serias dificultades para responder. Así las cosas, miedo me da que, a los españoles de toda la vida, también nos sometan a este tipo de pruebas, porque, si lo hicieran, me temo que más de uno acabaríamos desnacionalizados.
. Valladolid