«MUSULMANES, CRISTIANOS Y JUDÍOS DEBEN DIALOGAR». Benedicto XVI

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Religión Digital

El Papa insta al diálogo a las tres grandes religiones
El Papa Benedicto XVI dijo el jueves que los líderes musulmanes, judíos y cristianos necesitan trabajar más duro para mejorar el diálogo y promover el «auténtico respeto» entre culturas y religiones.

Benedicto XVI, que el mes pasado quedó enredado en una controversia por sus declaraciones sobre el Islam, realizó este comentario durante una audiencia con una delegación de judíos de la Liga Anti Difamación.
El Sumo Pontífice expuso que cristianos, musulmanes y judíos deberían construir sobre la base de las «muchas convicciones comunes» que comparten.

«En nuestro mundo de hoy, los líderes religiosos, políticos, académicos y económicos están siendo seriamente desafiados para mejorar el nivel de diálogo entre los pueblos y las culturas», le dijo a la delegación.
«Para hacerlo efectivamente se requiere profundizar nuestra mutua comprensión y dedicación compartida para construir una sociedad de mayor justicia y paz», señaló.

Los musulmanes de todo el mundo protestaron el mes pasado después de que el Papa, durante una conferencia en la Universidad de Ratisbona en su Alemania natal, citó al emperador bizantino del siglo XIV, Manuel II Palaeologus, quien habló de la «orden de difundir por la espada la fe que predicaba» del profeta Mahoma.

Desde entonces el Pontífice ha dicho varias veces que sus comentarios fueron malinterpretados.

En su discurso a la delegación hebrea, el Papa también mencionó la histórica declaración del Concilio Vaticano II de 1965 «Nostra Aetate» que revolucionó las relaciones entre ambas religiones al repudiar el concepto colectivo de «culpa judía» por la muerte de Cristo.

El Papa repitió que «la Iglesia deplora todas las formas de odio o persecución dirigidos contra los judíos y todas las muestras de antisemitismo, en cualquier momento y de quién provenga».
En mayo Benedicto XVI realizó una emotiva visita al antiguo campo de concentración nazi de Auschwitz en Polonia y preguntó por qué Dios estuvo en silencio cuando las 1,5 millones de víctimas, en su mayoría judíos, murieron en lo que él llamo un «valle de oscuridad».